De Pergamino a Santo Tomé, en opaco secuestro

Un chico de 17 años denunció que lo retuvieron 17 horas hasta que lo dejaron ir porque habían equivocado la persona

Santa Fe.- "Soy de Pergamino y me secuestraron". Eso le dijo un muchacho de 17 años a los efectivos policiales de la ciudad de Santo Tomé el viernes por la tarde. El joven narró que tres hombres enmascarados lo levantaron cuando regresaba a su casa el viernes a la 1 y que lo metieron en un Renault Clio con vidrios polarizados. Diecisiete horas más tarde, dijo, lo dejaron abandonado en una estación de servicio de la ciudad vecina a la capital provincial.

El hecho llamó la atención y despertó dudas en policías santafesinos. Algo similar sucedía entre los investigadores de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) Nº 3 de Pergamino "No estamos seguros que se trate de un secuestro", arguyó una fuente que trabaja en el caso.

La denuncia de un secuestro en la ciudad bonaerense de Pergamino, a 110 kilómetros de Rosario, no fue una noticia más. Sobre todo cuando se fueron conociendo por menores como que la presunta víctima es hijastro de Walter Darío Aires, dirigente opositor a la actual conducción de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en Pergamino. Todo comenzó a la 1 de la madrugada del viernes en la localidad bonaerense y finalizó en una estación de servicio de Santo Tomé, a las 18.30 del mismo día.

Y fue a esa hora que policías provinciales localizaron a Juan José M., de 17 años. El muchacho dijo que era de Pergamino y que había sido liberado tras estar retenido durante 17 horas. Contó que aproximadamente a la 1 de la madrugada del viernes, cuando regresaba a su casa en la zona denominada Cruce de Caminos de Pergamino, fue levantado por tres hombres encapuchados. Sin maltratarlo, pero amenazándolo, los hampones lo subieron a un renault Clío azul con vidrios polarizados.


Cuatro horas de periplo
Viajaron durante unas cuatro horas, hasta que llegaron a un casa ubicada en una zona rural. El muchacho no pudo precisar porqué ruta tomaron para llegar allí. Estuvo en el interior de una habitación mientras escuchaba las voces de sus captores, que hablaban en el comedor. Ya de día, lo subieron nuevamente al vehículo y tras "dos o tres horas de viaje", lo dejaron en una estación de servicio Shell en Santo Tomé, a 253 kilómetros de Pergamino. Desde allí, llamó a su familia.

El final de la historia tiene diferentes matices, según la fuente consultada. Voceros policiales santafesinas aseguraron que los captores le devolvieron el celular al muchacho y le dijeron: "Decile a tu padrastro que se deje de joder". En Pergamino, los voceros consultados dijeron que a Juan José los secuestradores lo despidieron con un "tomátelas, nos equivocamos de tipo".

La persona que radicó la denuncia del secuestro de Juan José fue su mamá, quien, según trascendió, recibió un mensaje de texto desde el celular de su hijo escrito por los captores. A partir de ese momento, comenzó a trabajar el caso la UFI 3 pergaminense a cargo de la fiscal Victoria Mariani. Fuentes estrechamente ligadas a la causa confiaron anoche que "hay serias dudas de que se trate de un secuestro tal cual lo relató el menor" y que "la causa podría dar un giro drástico".