Tema de la semana

La Argentina no marcha sin gasoil para el campo

Es poco menos que insólito el hecho de que falte gasoil en la Argentina. La Nación se sostiene tanto en la producción primaria de granos y carnes como en sus industrias asociadas. Todos tienen al combustible como insumo principalísimo desde hace un siglo. Que no haya para llevar a cabo las labores inherentes al campo responde a una acción premeditada. De otro modo resulta incompresible su racionalización.

   La Argentina sin gasoil es como el Caribe sin cosecheros de frutos, japoneses sin chips, brasileños sin hilo para su industria textil o chilenos sin madera para hacer viñas. Es decir, un escenario incomprensible.

Por tal razón el arco político nacional se va cerrando en torno al apoyo a la aplicación de la ley de abastecimiento. Por caso, el diputado José María Díaz Bancalari manifestó su acuerdo con la implementación de la norma al entender que “no es lógico que las petroleras prefieran exportarlo sin atender el mercado interno”, según indicó.

   “La ley de abastecimiento sirve para aplicarla. Siendo un país con petróleo y no petrolero, no es lógico que en la Argentina, por atender a negocios particulares, se proceda a vender petróleo y nos dejen sin combustible a nosotros. La obligación que tienen las empresas es atender al mercado interno y luego proceder a las exportaciones”, sentenció.

   Opinó también que se retacea el fluido por intervención de “aquellos que no son casualmente los que promueven el proyecto de crecimiento y desarrollo que lleva adelante el gobierno y quieren dificultarlo. Vienen anunciándolo hace mucho tiempo, diciendo que no va a haber combustible”, advirtió. Remató al determinar que “hay sustracción de los lugares de comercialización del gasoil. Eso tiene toda la intencionalidad de ver cómo dificultan las cosas. Esta situación de crecimiento inédito del país se va a seguir sosteniendo pese a lo que algunos intentan”.

   Por el andarivel del sector privado surgió la voz de la Confederación General Económica, entidad desde donde también se apoyó la aplicación de la ley de abastecimiento. Guillermo Gómez Galizia señaló que “el interés común está por encima del de tres o cuatro empresas. La distribución de gasoil es un bien público regulado, por lo tanto, cuando el mercado no funciona, debe actuar el Estado”. Desde el riñón del gobierno, el diputado nacional Carlos Kunkel elogió la aplicación de la ley y se sumó a las críticas contra las compañías que, dijo, “están especulando”. “Los yacimientos no son privados. Han sido concesionados para su explotación y las empresas pueden extraer el combustible pero tienen que satisfacer el mercado interno”, dijo. El legislador agregó que “a partir de satisfacer el mercado interno las empresas pueden exportar. No hay análisis de costos que indiquen que estén perdiendo plata”. Kunkel recordó que cuando Shell aumentó los combustibles en 2005, la gente dejó de comprarles y tuvieron que bajar los valores. Y en ese semestre tuvieron beneficios récord.

   El diputado también cuestionó las declaraciones hechas por el ex ministro Roberto Lavagna en relación a la falta de gasoil al indicar que “para Lavagna es un problema de precios, quiere un gasoil más caro que no permita a los sectores más humildes comprar combustibles: lo que a él le interesa es defender los intereses de los clientes de su consultora”.