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domingo,
15 de
octubre de
2006 |
Mujer y mamá a la vez
Dividida entre el hogar, el trabajo, los hijos y las obligaciones sociales, la mujer actual hace frente a la crisis socioeconómica para responder de manera adecuada a las necesidades de su familia. En su rol de mujer-madre, participa socialmente enfrentando los desafíos y generando el cambio, no obstante, aún no ha logrado revalorizar completamente su rol en la sociedad ni lograr la ansiada igualdad de género.
"Más allá de las diferencias físicas entre ambos, el género hace a la calidad de vida de las personas y a la igualdad, permitiendo el pleno ejercicio de los derechos humanos", comenta la doctora Alicia Figueroa, miembro del Comité de Desarrollo del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam).
Cualquiera sea su situación socioeconómica, la mujer acumula responsabilidades, es incitada y muchas veces juzgada por su condición de ser madre-mujer-trabajadora simultáneamente y tiene la exigencia de ser exitosa en todos los campos, y además no quejarse.
El trabajo de las mujeres se ha constituido en pocos años en el ingreso principal de muchas familias. Según datos del Indec, el 44.8% de las mujeres argentinas tiene una actividad remunerada.
Una de las tendencias que preocupa es que su situación laboral y social como trabajadora-esposa-madre, tiene un impacto negativo en la salud. Según la encuesta del Celsam sobre anticoncepción, 1 de cada 4 argentinas no cumplen sus controles médicos anuales, por lo que no efectúan su Papanicolaou, único estudio capaz de prevenir el cáncer de cuello uterino, ni su examen mamario.
¿Trabajar y estudiar?
Según los datos relevados por Celsam, el 61% de las adolescentes madres no planificó el embarazo, el 42,69% nunca utilizó un método anticonceptivo regularmente y el 40% no utilizó ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual. Asimismo el 52% no iba a la escuela al momento de quedar embarazada, teniendo hoy un bajo nivel de escolarización. "Esto refleja las pocas posibilidades de las jóvenes madres ante una sociedad que no las contiene y cuyo futuro se ve con pocas esperanzas" explica la doctora Figueroa.
Toda mujer ha sido alguna vez en su vida objeto de discriminación por razones de género. "Si la voz de las mujeres pudiera elevarse por sobre los prejuicios que vienen padeciendo desde hace tantos años, tendríamos hoy una sociedad más justa" finaliza la doctora Alicia Figueroa.
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