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 domingo, 15 de octubre de 2006  
“Quiero terminar la escuela"
Nicole Rejala. 15 años, mamá de Lucio, de siete días

Nicole no es consciente de todo lo que aprendió en sólo siete días. Repite una y otra vez que no tiene “la menor idea” de lo que es ser mamá y que está aprendiendo con ayuda de su hermana, su madre y los médicos. Pero la jefa de Neonatología de la Maternidad Martin, Gabriela Puig, la desdice cuando le comenta a La Capital: “Es chiquita pero muy lúcida, se dio cuenta de que su bebé tenía dificultades a poco de nacer y gracias a eso ahora se está recuperando”.

  Nicole, de 15 años, es una de las tantas niñas madres de esta ciudad que el lunes pasado tuvo a su primer hijo, Lucio, en parto normal y con 3.510 kilos. Una nena que vive inmersa en un entorno donde la precocidad es regla. Su propia madre, de 35 años y ahora abuela, tiene cinco hijos. Y Héctor, su novio y padre de Lucio, tiene apenas un año más que ella.

  Nicole es alumna de primer año de polimodal, le gusta la música de U2, pero nunca fue a bailar a un boliche y tampoco habló de sexo con nadie. “Sólo voy a cumpleaños”, confiesa ante la mirada de su mamá, ante quien también relata la crónica de su embarazo. Dice que cuando empezó a tener náuseas, ya atravesaba el segundo mes. Que se hizo sola el test e inmediatamente le dio la noticia a su novio. A su mamá en cambio se lo reveló a los seis meses. “Ella nos habló a los dos —recuerda— y me pidió a mí que no abandonara los estudios porque hasta para limpiar ahora piden título”, desliza.

  Durante el embarazo fue a un policlínico de su barrio en zona oeste, se hizo todos los controles prenatales, pero su bebé nació en la Martin. A las cuatro horas del parto, mientras lo tenía en brazos, se dio cuenta de que el chiquito no estaba bien. “No se prendía de la teta, tenía las manitos frías y estaba agitado”. Entonces le pidió a una médica de guardia que lo observara y el bebé fue internado en neonatología por una insuficiencia respiratoria.

  ¿El futuro? Por ahora Nicole seguirá viviendo con sus padres, una familia humilde y trabajadora, y proyecta terminar de cursar el polimodal. Mientras vaya al colegio, su hijito será cuidado por abuelos y tíos. Su novio, que vive justo frente a su casa, continuará viviendo con sus padres, trabajando como ayudante albañil y también cuidará del bebé. Y entre este paquete de proyectos también está que Nicole cumpla un sueño. “Siempre quise cursar la carrera militar, pero ahora, con el bebé, no sé si podré cursarla. Veremos...", desliza.
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