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domingo,
15 de
octubre de
2006 |
"Esto te hace otra mujer"
Karina TrIpodi, 34, biotecnóloga, madre de Julia Podestá, de una semana
"No me siento una mujer realizada, me siento otra mujer". Carina TrIpodi desecha así la idea de que la maternidad completa la vida de la mujer. No obstante, rescata a la experiencia como "única". "Julia hizo de mí una mujer distinta, no sé si mejor, pero distinta", insiste.
Karina trabaja como investigadora en el Conicet. Pero antes de eso se posdoctoró en Canadá. Y mucho antes viajó por placer: Europa, Amazonas y Machu Pichu fueron algunos de sus destinos. Y no fueron sólo esos los motivos por los que decidió posponer su maternidad hasta ahora, para ella la estabilidad emocional, sentir que se tiene una pareja con quien proyectar un hijo, fue lo más importante.
"Tuve otras parejas antes de Florencio, el papá de Julia; pero con ellos nunca pensé en la maternidad. Y además tuve siempre una cosa en claro: que si alguna vez tenía un hijo quería que contara con un papá y una mamá, ser madre soltera nunca estuvo en mis planes", asegura.
Ante la pregunta sobre qué tipo de mamá querría ser, Karina responde: "Una mamá como fue mi abuela". E inmediatamente explica que sus padres están desaparecidos desde la última dictadura militar y eso hizo que ella fuese criada por sus abuelos paternos. "Mi mamá me tuvo a los 16 años, tanto ella como mi padre pertenecieron a una generación que vivió intensamente, y como ellos no me pudieron criar, en su lugar estuvieron mis abuelos. De ellos valoro la guía y el gran sentido de la libertad. Me dieron todo lo que estaba a su alcance para defenderme y superar algunas cosas. Eso es lo que quiero para Julia, enseñarle el sentido de la libertad".
También rescata cosas de su niñez en Pavón Arriba cuando piensa en el futuro de su hija. "Vivir en un pueblo chiquitito, con una abuela que estaba siempre en casa, jugar con los chicos, en la tierra; todo eso me gustaría para Julia pero haremos lo que se pueda, ahora las cosas son distintas, mucha tecnología y celular, y no se puede estar tanto en el hogar pero yo intentaré compartir con ella lo más que pueda", dice.
Su hijita nació de cesárea y eso para para Gabriela fue "un shock" porque ansiaba vivir un parto natural. Pero como proyecta tener otro hijo no pierde las esperanzas de vivir esa experiencia. "Ya pasé los 30 pero me siento una madre joven y con mucho por hacer, esto recién empieza", desafía.
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