Viaje de terror

Los puentes más importantes entre Beirut y Tiro han sido destruidos en los ataques aéreos. Lo que antes del 12 de julio era un agradable viaje de una hora a lo largo de la costa por la autopista construida desde el final de la guerra civil libanesa, en 1990, es ahora una pesadilla que pone a prueba los nervios más templados. Sólo los conductores más osados logran atravesar las carreteras llenas de escombros para llegar a la también destrozada ciudad. Algunos conductores cobran hasta 2.000 dólares para transportar a la gente hacia o desde el sur de Líbano. La destrucción es patente por doquier: árboles caídos en la carretera, profundos cráteres en medio de la pista provocados por las potentes bombas, camiones y coches quemados y abandonados a un lado de la autopista.