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miércoles,
05 de
julio de
2006 |
Atribución polémica. Legisladores peronistas no pudieron llegar a Capital debido a la neblina en los aeropuertos
Superpoderes: el oficialismo no
pudo sacar el dictamen del Senado
La comisión de Presupuesto no logró formar quórum pero se estima que hoy tendrán los números necesarios
El debate del polémico proyecto de ley que faculta al jefe de Gabinete a reasignar partidas del presupuesto arrancó ayer su trayecto legislativo con inconvenientes: el oficialismo no logró reunir el quórum necesario en la comisión de Presupuesto y Hacienda para firmar el dictamen.
El presidente de la comisión, el oficialista Jorge Capitanich, precisó que hubo problemas con algunos senadores porque no llegaron a tiempo los vuelos que los traían de sus respectivas provincias, y reprogramó la reunión para hoy a las 12, para cuando estima contar con la cantidad de senadores necesaria.
Antes de levantar la reunión, Capitanich repasó los nombres de los miembros del oficialismo que estarían presentes hoy y que no pudieron llegar ayer a Buenos Aires porque, según él, la niebla demoró varios vuelos: Maurice Closs, Guillermo Jenefes, Marcelo Guinle y José Mayans.
Tampoco estuvo presente la senadora Cristina Fernández de Kirchner, quien también es miembro de la comisión.
En la postergación también fue determinante la decisión de los representantes del radicalismo de retirarse de la comisión, al percibir que el oficialismo no lograba aglutinar a sus propias fuerzas.
Luego de tres cuarto hora de espera, la comisión iba a empezar a sesionar con cinco miembros cuando los dos senadores radicales presentes -Ernesto Sánz y Gerardo Morales- se levantaron y dejaron sin número a la reunión.
Sánz, quien preside el bloque de senadores de la UCR, le dijo a Capitanich mientras dejaba el salón: "Hemos venido, hemos querido dar el debate, pero si quieren sacar la ley corresponde al oficialismo conseguir el quórum".
Al levantar la sesión, Capitanich "fustigó" la actitud de los radicales, al considerar que habían incurrido en "una maniobra de corto plazo que no tiene ningún sentido", y consideró que cuando estuvieron en el gobierno "utilizaron pésimamente las mismas atribuciones que postula este proyecto".
Capitanich cruzó duro a los radicales por haber abandonado la reunión y dijo que la actitud de la UCR "forma parte de una picardía, que es para lo único que sirven, porque cuando le tocó gobernar fueron un desastre".
Por otro lado, Capitanich también confirmó que el oficialismo no introducirá cambios sustanciales al proyecto oficial para establecer facultades permanentes para redistribuir las partidas presupuestarias, pero dejó abierta la puerta de incorporar un artículo para que haya un informe trimestral de la Jefatura de Gabinete.
Pero en el bloque oficialista tampoco existe uniformidad total respecto de aprobar el proyecto tal como está.
De hecho, Marcelo López Arias pedirá alguna modificación al texto del proyecto para "que el Congreso no quede afuera" frente a las facultades de administración presupuestaria que por ley se le pretenden otorgar al jefe de Gabinete. Se cree que su comprovinciana Sonia Escudero plantearía una posición similar.
Con el traspié de ayer el oficialismo sumó su segundo error de cálculo en menos de una semana en temas sensibles, después de que el miércoles pasado se viera obligado a excluir del temario la reglamentación de los decretos de necesidad y urgencia (DNU) por no tener garantizado el número de senadores requeridos para aprobar la norma sin cambios.
Si bien ayer Capitanich trató de dar señales de tranquilidad, fuentes oficiales admitieron que hubo mucho nerviosismo y preocupación entre las autoridades de bloque, en particular del jefe de la bancada, Miguel Angel Pichetto, quien el lunes había encabezado una conferencia de prensa para respaldar la norma.
Capitanich, Pichetto y el santacruceño Nicolás Fernández se reunieron ayer a la mañana con Alberto Fernández para pulir algunos aspectos del proyecto, y para preparar la presentación que dará el jefe de Gabinete en el Senado, después de casi dos años sin dar su informe (ver aparte).
En esa reunión se acordó admitir una modificación en el proyecto de reasignación de partidas presupuestarias, en el sentido de que el jefe de Gabinete esté obligado a remitir un informe trimestral a las dos Cámaras del Congreso sobre las decisiones adoptadas en función de las facultades que le otorga el proyecto. Sin embargo, no habrá tope al nivel permitido para modificar partidas, que es uno de los reclamos que se le han hecho a la iniciativa.
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Si prospera la ley, Alberto Fernández podrá usar fondos a su antojo y sin rendir cuenta.
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