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miércoles,
05 de
julio de
2006 |
El pasaje llegó desde el sur
Grosso, de Palermo, abrió el camino
Fabio Grosso, nacido en Roma, es un humilde marcador de punta que juega en el humilde Palermo del humilde sur italiano. Las diferencias entre el norte y el sur son una cuenta pendiente de la historia italiana que muy pocas veces encuentra motivos para tomarse una tregua.
El fútbol es uno de ellos. Desde los pies de Pirlo, del poderosísimo Milan, al botín zurdo del poco conocido Grosso, ni más ni menos que el sucesor del gran Paolo Maldini. Décimas de segundo que juntaron al sur y al norte para meter a la selección peninsular una vez más en la final de un Mundial.
Fue el único sureño, llamados norafricanos por los más radicales nacionalistas, que participó del gran triunfo azzurro.
Por eso las lágrimas que acompañaron el grito y la carrera locos tras someter a Lehmann.
Rodeado de lombardos, piamonteses, romanos y toscanos, un jugador de un humilde club siciliano hizo feliz a toda Italia.
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