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miércoles,
05 de
julio de
2006 |
Un estilo que siempre está
Hay muchos ejemplos para ratificar que Italia lo quiso siempre y que Alemania apenas si pudo recoger las migajas que le dejaron. Pero uno solo se lleva casi todas las explicaciones. Quizás desde lo táctico, tal vez por medio de alguna disquisición estratégica. O desde alguna pretendida diferencia de jerarquía individual. Pero la principal razón es más filosófica que futbolística.
El equipo de Lippi fue fiel a un estilo de juego, algo de lo que no siempre las selecciones del mundo pueden ufanarse.
Podrá gustar o no, pero ese ítem sólo puede amenizar alguna que otra charla de café. Ellos juegan a lo que saben jugar, y a decir verdad la historia les da toda la razón. Están a noventa minutos de transformarse en los más ganadores de la historia detrás de Brasil.
No parece poco. Al fin y al cabo el mundo futbolero gasta y desgasta elogios para los pentacampeones porque defienden su estilo histórico.
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Eufórico. Lippi gritó con todo.
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