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domingo,
02 de
julio de
2006 |
Opinión: La prensa merecía otro trato
Luis A. Yorlano (desde Alemania)
Cuando ayer por la mañana, en la estación central de trenes, nos encontramos algunos periodistas, nos dimos cuenta de que a todos nos pasaba lo mismo. La mayoría no quiso viajar a sus lugares de residencia en Alemania. Quedar afuera de la Copa del Mundo fue muy difícil de asimilar. Por eso varios nos quedamos, viendo el festejo alemán en Berlín.
Era mejor estar ahí que encerrado durante 5 horas en un tren. El fútbol, es así. Alguien tiene que perder y hay que estar preparado. Los jugadores tienen poco que ver con esto. El culpable tiene nombre y apellido: José Pekerman.
Ahora quiero contar la descortesía de la mayoría del plantel con los periodistas. Cuando salíamos de Berlín me llamó el periodista y escritor argentino Sergio Leviski para pedirme el teléfono de Andrés Ventura, jefe de prensa de la selección. Quería saber cuándo viajaban y quiénes hablarían con la prensa. Todos imaginábamos una despedida acorde. Pero mayúscula fue la sorpresa cuando ese llamado me alertó de que no sólo nadie sabía nada en el hotel, sino que más de la mitad del plantel ya se había ido.
Aquí comenzó la nueva bronca. Si el periodismo argentino no dijo nada sobre algunas actitudes del grupo fue para no entorpecer el proceso. Entonces, por qué actuaron de esa manera. ¿Se escaparon para evitar a los periodistas? De todos modos, y aunque ellos no hablen, nadie podrá evitar que el DT sea señalado como el responsable de la eliminación, que tenía todo para ser campeón, pero que, por sus miedos, quedó eliminada.
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