Oferta en internet y abusos de parientes

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ubica al turismo sexual infantil entre las mayores prácticas delictivas que se ejercen sobre niños en el mundo junto al trabajo forzado, reducción a la servidumbre, utilización como soldados, ablación de órganos genitales y dicriminación sexual.

El organismo de la ONU estima que cada año cerca de un millón de menores de edad (niñas y también niños) son víctimas de una industria multimillonaria.

En todo el mundo, el número de víctimas de la explotación sexual comercial aumenta sistemáticamente.

El organismo sostiene que es principalmente la demanda local, y no la extranjera, la que propicia la explotación sexual de la infancia: el turismo sexual no es más que una pequeña parte del problema.

Unicef agrega que el enorme potencial de internet para promover el turismo sexual y la pornografía infantil a nivel mundial constituye un grave motivo de preocupación.

También se indica que en la mayoría de los casos, los abusos sexuales son perpetrados por personas cercanas a las víctimas y dado que la conducta sexual suele considerarse una cuestión privada, tanto los gobiernos como las comunidades se muestran a menudo reticentes a intervenir en los casos de explotación.