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domingo,
02 de
julio de
2006 |
"Debemos desmitificar los gustos de los niños"
Carlos Comi (*)
"Las justificaciones siempre son las mismas: a los chicos les gustan y así los grandes nos acostumbramos a que jueguen a matar rehenes en un asalto a un banco, picanear a otros niños, ver cuánta imaginaria corriente pueden soportar que pase por su cuerpo antes de soltar un pulsador o a dirigir simuladores de armas que reproducen a la perfección las sensaciones de manejar un fusil de guerra.
En países desarrollados sobran los ejemplos de adolescentes que en algún momento pretenden emular aquellos juegos en la vida real y causan tragedias irrecuperables, pero aquí pareciera que esperamos que eso ocurra para tomar cartas en el asunto.
Lo primero que debemos hacer es desmitificar los gustos de los niños. El chico quiere jugar y lo hace a lo que los grandes le proponemos. Los patios de juegos seguirán llenos si retiráramos de ellos todas las variedades de juegos violentos y seguramente no tendríamos un piquete de niños manifestándose por la vuelta de los juegos con armas.
Lo mismo llevado a los videos juegos o la cada vez más penetrante Play, en los sectores sociales que disfrutan de estas sofisticaciones. Y mucho más aun si hablamos de la mitad de los chicos del país que son pobres y sólo acceden a jugar con juguetes tradicionales en el mejor de los casos, y que lejos de ello está demandar los que representen de alguna manera la violencia.
Quizás haya llegado el momento de pensar en un gran pacto social entre diseñadores, fabricantes, comerciantes y consumidores que esté sustentado en una educación para la paz, que lentamente modifique los hábitos de juegos de los niños de hoy y especialmente en los del mañana.
Y en ese pacto, el Estado no puede mirar para otro lado: debe liderar las propuestas de cambio desde la legislación y las políticas públicas dirigidas a los niños. La infancia es a la vez, demasiado hermosa y demasiado dura para muchos pibes del país como para que la malgasten jugando a matar. Pensemos ya en una propuesta urgente en jugar a la vida".
(*) Presidente de la asociación civil La Comuna.
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