Tema de la semana

Kirchner trajo inversiones de España sin hacer concesiones

Un dato llamativo de las crónicas periodísticas de la prensa española sobre la visita del presidente Néstor Kirchner a ese país es la ausencia de calificaciones convencionales ubicándolo en algún sector del arco político.

Seguramente en esa situación influye una clara valoración positiva para el presidente de los resultados de la visita, lo que exime a los periodistas del tedioso trabajo de clasificar al mandatario argentino, el que no encuadra ni como un referente de la "izquierda radicalizada" pero tampoco dentro del abanico de presidentes "moderados" de esta zona del mundo. Con su estilo -en este sentido, "peronista"- Kirchner aborda situaciones diferentes sin atarse a- esquemas previos, en una actitud que le permite diferenciarse, a tal punto que buena parte de los diarios españoles de estos días se dedicaron a difundir particularidades de la vida de los pingüinos, el ave con que recurrentemente se compara el presidente "con afecto entrañable", como suele explicar su esposa, la senadora Cristina Fernández.

Y el pingüino fue "moderado" al momento de sentarse a negociar con el grupo español Marsans para que el Estado recupere el 5% de las acciones de Aerolíneas Argentinas -con un máximo de hasta el 20%- y ganar así peso en las decisiones de la empresa. Por supuesto que a cambio la Argentina asumió compromisos, como el de tratar los balances contables de la empresa del año pasado, que habían sido objetados por órganos de control.

La carta de intención establece un aumento o modificación del capital social, que será efectuada a valor nominal mediante la capitalización de créditos del Estado contra Aerolíneas Argentinas, aportes en efectivo y cualquier otro método que las partes acuerden en el marco del régimen legal vigente. Igualmente al negociar un nuevo plan de inversión de Repsol YPF que se aproxima a los 5.000 millones de dólares. El presidente de la compañía, Antonio Brufau, anunció que se adelantarán sus inversiones en Argentina para tener mayores reservas y aumentar la producción de hidrocarburos, destinando 4.770 millones entre 2007 y 2009. De esa inversión, 3.658 millones de euros serán destinará al área de Exploración y Producción, lo que era un reclamo del gobierno argentino y permitirá además definir opciones de futuro para la incorporación de producción y reservas más allá de 2010.

Pero también Kirchner fue fiel a su pensamiento al momento de referirse en Madrid, frente a un auditorio de inmigrantes argentinos en el cual muchos eran exiliados de los años setenta, a la política de derechos humanos del gobierno, sobre el que dijo que hay todavía una "asignatura pendiente" en la Argentina.

En el mismo tono rechazó la posibilidad de "declarar constitucionales las leyes de punto final y obediencia debida. Decían que de esa forma se podía olvidar el pasado y pensar en la Argentina del presente (...). "Pero creo que el tema se va a cerrar cuando la justicia termine de resolver algunas cuestiones; y cuando el análisis quede sólo en manos de los historiadores".

Lo mismo hizo al momento de reivindicar su proyecto de país "que nos contenga a todos" y que incluya el desarrollo de la industria nacional, que llevará adelante mediante un "sistema heterodoxo, y no en las clásicas recetas que siguen algunos economistas, que por lo general son financiados por intereses externos". O al negar definiciones sobre el reclamo de actualización de tarifas de las empresas españolas con inversiones en servicios públicos de Argentina, o diferir sin fecha cierta la resolución del reclamo español sobre el pago de un préstamo español de 836 millones de euros concedido en 2001, que Argentina quiere hacer con quita en el Club de París y España exige bilateralmente.

Si se considera que España superó el año pasado a Estados Unidos y se convirtió en el mayor inversor extranjero en Argentina y que sus empresas (compañías eléctricas, de gas natural y otras) dicen que no pueden invertir más en un país en el que no han podido subir los precios desde una crisis financiera en el 2002, los resultados de la gira son favorables para Kirchner. Con claridad lo definió el diario El País, que tituló: "Kirchner cierra su visita sin hacer concesiones en los temas en litigio" para destacar luego los acuerdos cerrados con las diferentes empresas. A lo que sumó el "plus" de los elogios que le dispensó el rey Juan Carlos al manifestarse "asombrado" por la recuperación de la Argentina.