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domingo,
25 de
junio de
2006 |
Efemérides
Un 25 de junio
Guillermo Zinni / La Capital
1876: Little Big Horn, la mayor victoria india sobre los blancos En 1868, a través del Tratado de Fort Laramie, el gobierno norteamericano se comprometió a respetar el territorio de los sioux y al que los indios consideraban sagrado. Pero apenas ocho años después fueron descubiertos en la zona importantes yacimientos de oro. Los sioux fueron entonces considerados "hostiles" y se organizó una expedición militar para desalojarlos y hacinarlos en una reserva. Una primera oleada militar fue enviada en marzo de 1876 hacia los valles del Yellowstone y el río Powder con la misión de destruir la aldea del jefe Caballo Loco (foto) y otras "bandas" de indios, pero el terrible frío imperante en la zona en esa época del año abortó la misión, la que se reanudó en la primavera. Por entonces las órdenes eran aplicar la guerra total y sin contemplaciones para forzar la reclusión de los indígenas. Se acordó la formación de tres columnas que marcharían en maniobra envolvente desde diferentes puntos y que debían converger entre el límite de Montana y Wyoming, donde supuestamente se encontraban las tribus hostiles. Al frente de la incursión se ubicó al coronel George Armstrong Custer, héroe de la Guerra de Secesión y jefe del 7º regimiento de caballería. En mayo de ese año comenzó la campaña. La primera columna estaba compuesta por 1.300 hombres al mando del brigadier general George Crook; la segunda columna era de 401 efectivos a la orden del coronel John Gibbon y la tercera estaba comandada por el brigadier general Terry y tenía poco más de 1.200 soldados. Para evitar el atropello, a pesar de las históricas diferencias que siempre los separaron, Caballo Loco se alió con Toro Sentado y otros jefes siouxs, cheyennes y pies negros. El 17 de junio unos mil indios barrieron a las tropas de Crook, desactivando así a la primera columna. Custer llegó al valle de Little Big Horn el 25 de junio de 1876 y sus guías avistaron el poblado sioux más grande que jamás habían visto. Ordenó entonces el ataque pero rápidamente decenas de miles de guerreros fueron a su encuentro desde distintos flancos y Custer tuvo por primera vez conciencia de lo que estaba enfrentando. Sus soldados fueron masacrados casi a quemarropa. En menos de una hora el 7º de caballería fue completamente aniquilado. El cuerpo de Custer tenía un disparo en el pecho y otro en la sien; le cortaron los dedos y le taladraron los tímpanos. Sólo se salvó su caballo, "Comanche". Fue la mayor victoria de todos los tiempos sobre los blancos... y la última.
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