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domingo,
25 de
junio de
2006 |
Hipnoterapia: camino hacia uno mismo
Los orígenes de la práctica de la hipnosis son muy antiguos. Los egipcios, hace más de 3.500 años, la usaban como herramienta médica, pero es a partir del descubrimiento del suizo Franz Antón Mesmer que se empiezan a estudiar los efectos usándola de manera más frecuente.
La hipnoterapia es una ciencia y un arte que se trabaja en un ámbito clínico cuando es utilizada como una herramienta complementaria de la salud. Existen distintos ámbitos y grados de aplicación: para aliviar el dolor, como sustituto de la anestesia en algunos casos y como tratamiento para adicciones, angustia, obesidad, tabaquismo, depresión, fobias y ataques de pánico.
También es eficaz para el autoconocimiento, para mejorar la calidad de vida, desarrollar un nuevo hábito, conducta o patrón mental.
Se trata de un método científico basado en la reiteración y comprobación de un hecho que se repite una y otra vez, de acuerdo a los estudios del doctor Milton Erickson, y sus continuadores como Siegel, Rossi, Martín y otros.
Ultimamente han impactado los relatos y experimentos llevados a cabo por Brian Weiss, médico y psiquiatra estadounidense, célebre autor de varios best seller. El psiquiatra trabajó con hipnoterapia temas como el amor, el perdón y la reencarnación a través de experiencias psiquiátricas. Sus tesis han generado polémica en la comunidad científica.
La hipnoterapia es una puerta de entrada al inconsciente, a un universo donde todos estamos conectados. Cuando se aplican técnicas de regresión consciente o sofrosis inducida, la persona tiene control de sus actos. Esta última se utiliza para eliminar fobias en un camino de introspección en el que la persona, a partir de conocer los motivos de sus miedos, realiza una regresión consciente y descubre secretos de su inconsciente, mejora sus habilidades, elimina dispersiones, y conoce secretos de su naturaleza.
En la hipnoterapia el terapeuta dirige el inconsciente de la persona tratada. En cambio, en la regresión consciente, es ella la que decide los miedos que quiere explorar o lo que desea conocer de su existencia. En este caso el terapeuta le ayuda a caminar en "el sendero", evitando que se pierda.
Se puede practicar la regresión a personas con trastornos de conducta, miedos, ansiedad o que simplemente quieran conocerse, crecer y darse cuenta que la sabiduría está en nuestro interior. Tiene muchos beneficios siempre que el terapeuta sea idóneo.
Luis Jorge De Felice
Presidente de la O.M.S.P
[email protected]
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