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domingo,
25 de
junio de
2006 |
En Bolivia se mantendrá la educación católica en las escuelas
La Paz.- La Iglesia Católica dio una muestra más de su influencia en Bolivia al lograr que el gobierno desistiera de su propósito de eliminar la enseñanza de la religión en las escuelas públicas, según informó hoy la agencia estatal ABI.
El presidente Evo Morales, que desde su asunción en enero ha iniciado una serie de reformas políticas, sociales y económicas, se comprometió también a ampliar el número de maestros de religión católica y a garantizar el funcionamiento de todas las escuelas católicas.
“No hay motivos para un enfrentamiento o un distanciamiento en las relaciones de Iglesia y Estado”, dijo, según la agencia ABI, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Edmundo Abastoflor, al anunciar su entendimiento con el gobierno.
Abastoflor hizo la declaración el sábado después de que una delegación de obispos católicos se reunió con Morales para dialogar sobre una polémica surgida en torno a una propuesta de sectores del gobierno para eliminar la enseñanza de la religión y sustituirla por la asignatura de ética.
El tema se había convertido en uno de los temas de debate en la que ha sido una campaña con poca polémica para la elección de una asamblea constituyente, que se realizará dentro de una semana.
La eliminación de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas de Bolivia había sido planteada por el ministro de Educación, Félix Patzi, y pareció dar ánimos a las llamadas “sectas” cristianas a plantear que se elimine también el
reconocimiento estatal al catolicismo.
El acuerdo del sábado, a través del cual el católico Morales desautorizó a su ministro Patzi, dejó satisfechos a los obispos, en un país en el que al menos el 85 por ciento de los habitantes se declara católico.
“Hemos aclarado algunos aspectos y reiterar que hay una enorme coincidencia entre la Iglesia Católica, el Gobierno y el MAS”, dijo Evo Morales.
En la reunión también participó monseñor Jesús Juárez, obispo de El Alto, ciudad vecina a La Paz, que amenazó con movilizaciones callejeras contra el gobierno para defender la enseñanza de la religión. (Reuters)
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