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domingo,
09 de
octubre de
2005 |
Hoteles, un mundo de cinco estrellas
Mientras las inversiones se orientan al de alto nivel, hay una demanda sin atender en el segmento medio
Sandra Cicaré / La Capital
Una oferta atomizada y altamente dependiente del turismo receptivo y de los viajeros de negocios son los elementos que caracterizan hoy a la hotelería en la Argentina, un sector que acaparó en 2004 negocios por 3.174 millones de pesos, un 29% más que en 2003. Este crecimiento en buena parte fue impulsado por un fuerte desarrollo del segmento de cuatro y cinco estrellas, que concentró las inversiones en el rubro y aún sigue siendo favorito.
Un relevamiento efectuado por la consultora Claves señala que el segmento corporativo fue ganando espacio en la ocupación hotelera del país y en la estrategia de negocios de las empresas. "Los hoteles se focalizaron en el segmento corporate ya que una vez fidelizados les aseguran cierta cantidad de plazas anuales", explican.
Rosario es una plaza que conoce al dedillo este target. En la ciudad la oferta hotelera está concentrada en hoteles tres estrellas superior y cuatro estrellas que tienen un alto nivel de ocupación durante todo el año y preferentemente durante los días de semana, con turistas de negocios.
"Rosario está posicionada entre las primeras plazas de turismo corporativo del país", apuntó Sebastián Nardone del Bureau Rosario, entidad que reúne a empresarios del rubro y servicios conexos que trabajan por promocionar las ventajas turísticas de la ciudad. "Se trata de una demanda que arranca muy fuerte en marzo y decae recién a fin de año", apuntó el empresario.
Aunque el corporativo es uno de los segmentos más dinámicos del negocio, no es el único. "La rentabilidad es buena y en el último año se estima que se incrementó debido a factores como el aumento de la ocupación en un 20%, y el alza de las tarifas de las habitaciones", explican desde Claves. En Rosario los datos son relevantes en este sentido. Cuenta con 7.000 plazas de diferentes categorías desde 2004, mientras que en 1999 apenas superaba las 4.500.
El estudio de Claves da una señal hacia dónde pueden evolucionar los negocios en este rubro. Así, explica que "el segmento que presenta mayores posibilidades de desarrollo es el que incluye a las unidades de precio medio, fundamentalmente debido a la baja inversión realizada en los últimos años y la aceptable rentabilidad que están recibiendo las cadenas que han incursionado recientemente a modo de testeo".
En rigor, el segmento tres estrellas "quedó un poco rezagado frente a la modernización del sector y en consecuencia constituye un segmento interesante para incursionar por el lado de la oferta ya que está desatendido", explican desde Claves.
Hasta ahora, en Buenos Aires, y fundamentalmente en el interior del país, la niña bonita de las inversiones sigue siendo el segmento de cuatro y cinco estrellas. Un análisis de la evolución de establecimientos y plazas en el período 1993/2004 muestra que el número de hoteles 5 estrellas aumentó a una tasa anual del 7,17% y las plazas también aumentaron un 6,2%. El número de hoteles 4 estrellas hizo lo propio a una tasa anual del 4,35% para los establecimientos y un 4,21% para las plazas. El resto de las categorías incrementó el número de establecimientos a un ritmo anual del 8,8%.
"Esto fue así porque en el interior es donde había más falencia en hotelería de mayor categoría", explicó Daniel Mochón, director de Design Suites & Tower, un grupo dedicado al segmento de hoteles de diseño de cuatro y cinco estrellas que ya tiene uno en Buenos Aires y Bariloche y construirá otros tres en Calafate, Salta y Ushuaia.
La hotelería cambió su estructura a partir del arribo al país de las grandes cadenas internacionales en los últimos diez años. Así, cobraron especial relevancia tanto las inversiones como el posicionamiento de la oferta de alto nivel.
En Rosario hace pocas semanas se anunció la decisión de un grupo argentino-español de invertir 25 millones de dólares en la construcción de lo que sería el primer cinco estrellas de la ciudad, para captar la demanda de alto poder adquisitivo y los turistas de congresos y convenciones, por lo cual el proyecto también incluye la construcción de un centro de convenciones dentro del mismo hotel.
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