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 domingo, 09 de octubre de 2005  
Sectores. La radicación de Intel en Córdoba abrió la discusión sobre cuál es el futuro del complejo de software local
El polo tecnológico rosarino, con los pies sobre la tierra
Sin el desembarco de las grandes multinacionales, las pymes de la región empiezan a explorar su propio camino. Van por productos altamente especializados

Marcos Cicchirillo / La Capital

La decisión de Intel de radicarse en Córdoba para desarrollar software dejó nuevamente expuestas las diferencias de intereses entre gobiernos provincial y municipal, empresarios y universidades de Santa Fe para poder traccionar a las grandes compañías del sector a que inviertan en la región. Un par de años atrás había sucedido lo mismo con Motorola, que también desembarcó en la provincia mediterránea y Tata Consultac, que finalmente se radicó en Montevideo. Todas inversiones que habían analizado a Rosario como opción.

Actualmente en Córdoba cinco empresas medianas y grandes (Motorola, Prominente -del Grupo Roggio-, Vates, AYI y Lempert) concentran el 80% de una facturación de cien millones de pesos anuales que producen 45 firmas del sector tecnológico. Básicamente, los recursos provienen de la exportación.

Al plantel de 2.500 trabajadores que ocupa el sector deberán sumarse otros 800 que incorporará a Intel y a las previsiones que tienen el resto de las empresas en el mediano plazo. El gobierno cordobés y empresas privadas comenzarán a construir antes de fin de año un edificio en el que se instalarán las firmas de software, con un desembolso de 27 millones de pesos.

Es el puntapié de lo que dieron en llamar la "Ciudad de las Tecnologías", una comunión público-privado que mira como competencia más al polo de Tandil que al de Rosario.

Frente a este escenario, ¿cuáles son las oportunidades que tiene la industria local para seguir creciendo sin tener gigantes del sector? ¿Cómo construir visibilidad y desarrollo sólo con pymes? ¿Hasta dónde están dispuestos los gobiernos a otorgar beneficios fiscales para que las compañías se establezcan en la región? ¿Cómo diferenciarse de los otros polos que también encararon la certificación de calidad y tienen más avanzados los emprendimientos edilicios?

Por lo pronto, la industria de software en la región de Rosario no va más atrás que en el resto del país. Duplica la cantidad de empresas que hay en Córdoba (hay unas cien), ocupa a 1.500 personas, factura unos 60 millones de pesos y la cantidad de egresados de las carreras afines son similares.

Claramente, su desarrollo está por delante respecto del polo tecnológico de Tandil, integrado en su mayoría por sucursales de firmas que tienen su sede en Buenos Aires. En certificación de normas de calidad, las pymes locales están también por encima de sus pares mediterráneos y tandilenses.


Economía real
Sin el glamour de las multis, el camino de las pymes tecnológicas rosarinas parece abrirse a través de las experiencias que están desarrollando algunas firmas desde la salida de la convertibilidad: productos diseñados (y no simple venta de horas de ingeniería), mayor valor agregado y la sinergia con el campo, la biotecnología, la industria alimentaria y los productos ultraespecializados.

Buena parte de los empresarios que integran el polo local coinciden en que las firmas que realizan sólo horas de ingeniería y no viran su foco de negocio hacia productos comenzarán a quedar relegadas y a tener menores posibilidades de crecimiento que las empresas que le apunten al diseño de software.

Estas últimas empresas fueron las que en los dos últimos años presentaron mayor dinamismo dentro de un sector que creció en promedio a una tasa superior al 20% anual.

Por otro lado, el interés que despertó la movida local en pequeñas firmas informáticas de otras provincias, que se encuentran dispersas en su lugar de origen, atrae una nueva corriente de emprendimientos que analizan su radicación en la ciudad, al considerar que tienen mejores condiciones para el desarrollo de su negocio.

La lucha que sí están dispuestos a dar los empresarios es para lograr capturar para las firmas locales un mayor porcentaje de las partidas presupuestarias para el desarrollo informático en distintas dependencias públicas, que ahora quedan en manos compañías internacionales.

Estimaciones del sector privado calculan que sólo en el gobierno provincial existen partidas a ser licitadas por alrededor de 50 millones de pesos para la informatización de distintas áreas de la administración pública.

También, aunque avanza a paso cansino, si se concreta la construcción del edificio -que está bajo análisis por parte de la Facultad de Arquitectura de Rosario- para la mudanza de las empresas locales al futuro Parque Científico Tecnológico en La Siberia.


Las peleas por las inversiones
Una iniciativa que serviría para atraer potenciales inversiones de empresas extranjeras si finalmente Rosario se convierte el mes próximo en sede en el 2006 del Congreso Latinoamericano de Calidad de Software, del que participan empresarios y ejecutivos de las principales empresas de todo el mundo.

Sin embargo, otra vez, cuando aparece el tema de posibles inversiones de compañías extranjeras reina el escepticismo entre funcionarios y empresarios:

u Las empresas se quejan del escaso apoyo oficial concreto de la provincia al sector y a su escasa capacidad de lobby para pelearle los negocios a Córdoba.

u El intendente, Miguel Lifschitz, también señala que sin el apoyo de la provincia el municipio de forma aislada poco puede hacer para conquistar inversiones.

u Desde el gobierno provincial responden que es junto con otra provincia las únicas que establecieron un régimen de promoción y desgravación impositiva al sector.

u Algunas firmas informáticas locales acusan a otras empresas rosarinas de que bloquean "con una visión cortoplacista" la radicación de grandes compañías para que no se eleve el piso salarial del personal que se desempeña en ellas.


Mientras tanto, desde las facultades rosarinas relacionadas con el mundo informático reconocen que el 40% de los más de cien profesionales que se reciben anualmente se van a trabajar a Buenos Aires por la mejor remuneración que perciben; y un porcentaje creciente vuelven a sus pueblos de origen por las oportunidades que allí se abren.
Por eso, los empresarios del rubro destacaron que el eje para el crecimiento de la industria de software local está asociado a las cadenas de valor, en particular la agrícola y la ganadera, y a la biotecnología asociada a estos sectores. También la alimentaria y en el área salud. Una plataforma inicial, que -consideran- es bastante dinámica y con recursos económicos, ideales como base para poder después dar el salto exportador.

Históricamente el mercado fuerte de la empresas locales han sido las industrias siderúrgica, metalmecánica y de servicios (bancos, seguros, entre otros). Aunque estos rubros continúan liderando el ránking, en el último año crecieron los desarrollos de software para el agro, algunos de los cuales todavía están en una etapa embrionaria, mientras que otros ya fueron colocados en otras partes del mundo, como es el caso del software para concesionarios desarrollado por Autológica.

En varios de los casos que miraron al agro como oportunidad son profesionales que trabajaban en las hoy históricas del sector y abrieron sus propias empresas, mientras que en otras firmas reenfocaron el eje de su negocio.

Pero el campo no es todo. A este fenómeno se le suma otro que son los desarrollo de productos altamente especializados de información para medicina, bancos y juegos. Quedará por ver cómo se mueven las próximas fichas entre gobiernos y empresarios después de las elecciones en materia proyectos para darse cuenta de para qué están la industria del software rosarino.
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Un grupo de empresarios local empezó a apostar por el desarrollo de software para el campo.

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