Pentacampeón

Argentina ganó el Mundial Sub 20 en Holanda

Con la figura excluyente de Lionel Messi, Argentina alcanzó ayer su quinto título mundial juvenil al superar a Nigeria 2 a 1, en la ciudad holandesa de Utrecht.

Justamente desde el pie izquierdo de Messi llegaron los goles criollos para la consagración en el Mundial Sub 20, a los 39' de la primera etapa y a los 29' del complemento, con dos penales ejecutados de manera impecable.

Argentina planteó un partido defensivo. Atacó con poca gente y dejó libre a Oberman para que se moviera en todo el frente de ataque, mientras que Messi estuvo siempre tomado por un par de defensores rivales cuando intentó hacer contacto con la pelota.

Si bien Nigeria fue el que mostró una actitud más ofensiva, dispuso apenas de dos chances de gol. A los 19' con una pifia increíble de Adeleye frente a Ustari y a los 35' con un disparo de Owoeri que sacó al córner el arquero argentino.

De a poco el conjunto albiceleste ajustó las marcas en el medio y comenzó a tener algo más el balón. Su primer disparo franco al arco llegó a los 31' por medio de Oberman.

Cuando poco pasaba, Messi se llevó la marca de Adeleye hasta el fondo de la cancha y el nigeriano le cometió una falta innecesaria que el propio jugador argentino, con un tiro suave a la derecha, cambió por gol.

En el complemento, Nigeria ejerció una gran presión sobre la salida de Argentina y la zona de volantes, y se hizo de la pelota. A los 7', en la primera llegada a fondo, vino un centro de Adefemi y Ogbuke se arrojó en el aire con un salto acrobático para conectar de cabeza y sellar la igualdad.

Cuando parecía que los africanos tenían bajo control el partido, especialmente por el dominio del balón y la supremacía física, llegó otro penal infantil de Nigeria.

El ingresado Sergio Agüero -que tuvo mucha más presencia que Oberman en ataque- aguantó la redonda por la derecha del ataque argentino, pero James no tuvo otra idea que cruzarlo para cometer un clarísimo penal. Otra vez, a los 29', Messi ejecutó en forma brillante para el 2 a 1.

En los últimos minutos se vio la mejor versión argentina de la final. Aprovechó la desesperación de los africanos y tuvo dos ocasiones claras para estirar diferencias a través de Agüero y Zabaleta.

Así Argentina ganó su quinto título mundial juvenil. Esta vez lo hizo sin tanto brillo, pero con una practicidad envidiable.

El capitán Zabaleta levanta la copa ante la locura de sus compañeros.