| domingo, 19 de septiembre de 2004 | Rosario vive un boom cultural y el público responde a sala llena El Complejo Monumental casi duplicó sus espectadores y las presentaciones de libros dejan gente afuera Laura Vilche - Carina Bazzoni / La Capital La agrupación israelí Mayumana llegó esta semana a Rosario y debió agregar cuatro funciones a las tres iniciales porque no quedaba ni un lugar en el Auditorio Fundación Astengo. Sin entradas quedó también el Teatro El Círculo hace 12 días cuando Fito Páez presentó "20 años no es nada", sólo que esto se dio en tiempo récord: 36 horas después de abrir las boleterías. Trabajar a sala llena no sólo fue una condición de actores y músicos: la charla de la artista plástica Liliana Porter en el Museo Castagnino dejó gente afuera, lo mismo que las disertaciones de la psicoanalista Silvia Bleichmar y los historiadores Osvaldo Bayer y Felipe Pigna en la librería Homo Sapiens. Y este desborde también alcanzó a los cines: sólo el Monumental tuvo un 70 por ciento más de espectadores que el año pasado. ¿Euforia cultural? ¿Boom del espectáculo? Funcionarios, productores y el público tienen la palabra.
Las cifras no pasan desapercibidas en el ámbito de la cultura local, donde algunos ya comparan este momento con los años de la reapertura democrática. Pero el fenómeno también fue captado por los medios nacionales que calificaron a Rosario como "la ciudad de las mil oportunidades" (ver aparte). Más allá de que el mote pueda parecer excesivo, lo cierto es que la oferta de charlas, exposiciones, conciertos, festivales, shows y otras yerbas se multiplicó sustancialmente. Y no hubo actividad que no encontrara seguidores.
Como si esto fuera poco, en noviembre se pondrá en marcha el encuentro cultural más importante de la historia rosarina: el III Congreso Internacional de la Lengua Española. Un excelente final para un año en que pasaron muchas cosas.
"El auge de los espectáculos y las actividades culturales ha sido visible -asegura la directora del Centro Cultural Parque España, Susana Dezorzi-. Y creo que la realización del Congreso reafirma la importancia de la ciudad y dispara tanto la producción artística como la respuesta de la gente".
Esto se notó desde los primeros meses del año. Unas 16 mil personas asistieron en febrero a los espectáculos que se realizaron en las escalinatas del parque España, y a sala llena se presentaron en su auditorio Dino Saluzzi, Toninho Horta y los Hermanos Fattorusso, entre otros.
Otro tanto pasó en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, donde "la asistencia de público fue permanente", según dice su director, Rafael Ielpi. Las estadísticas del lugar no lo desmienten: el ciclo de charlas de escritores y periodistas, del cual participaron Mempo Giardinelli y Carlos Gabetta, convocó a 450 personas por semana. Y las muestras de los dibujantes Napo y Crist reunieron a 7.500 personas.
A esto se sumó la programación de actividades que, en otro momento, hubieran sido impensadas. "El mes pasado un grupo de correntinos residentes en Rosario realizó la Fiesta de la Caña con Ruda. Y reunieron unas 450 personas que bailaron chamamé hasta el amanecer", recuerda Naum Krass, director del Centro Cultural Parque Alem, por donde pasan unas 2 mil personas cada fin de semana.
Modestia aparte Para la secretaria de Cultura del municipio, Marina Naranjo, señalar estos fenómenos como parte de un boom cultural no es grandilocuente. "El movimiento de propuestas y de público es notorio, tanto en los espacios públicos como privados. Y ni hablar de los festivales, hasta a nosotros nos asombra la cantidad de gente que se inscribió".
En cambio, el director del Museo Castagnino, Fernando Farina, prefiere hablar de un incremento en el consumo cultural que, en rigor, "todavía es relativamente bajo" en comparación con Buenos Aires. "Pero se nota que esto está cambiando y lo hará más en la medida en que se puedan mantener propuestas de interés", pronostica el funcionario del museo que, en lo que va del año, ya convocó unas 50 mil personas.
El Museo de Arte Decorativo Firma y Odilo Estévez también se reencontró con su público. En mayo la exposición de afiches y otros impresos publicados por la entidad reunió a 1.587 personas, número que casi se multiplica por dos en julio cuando se montó la muestra "Fileteado" de Alfredo Genovese.
En los teatros, el panorama no es distinto. Aún en medio de un proceso de remodelación, la cantidad de compromisos pautados hizo que El Círculo no cerrara sus puertas ni dejara de llenar la sala. Para su director, Guido Martínez Carbonell, el buen año de Rosario en materia cultural obedece a varios factores: "Una situación económica más holgada y un mejor ánimo social, pero también una mayor oferta de espectáculos que, lejos de saturar la plaza, hace crecer el consumo y atrae turistas que llegan a Rosario detrás de su oferta cultural", dice.
Este último punto es subrayado también por el productor de espectáculos Gustavo Granatto, quien trajo este año, entre otros grupos, a la Bersuit, que llenó tres veces el estadio de Newell's, donde caben 7.500 personas. Si se tiene en cuenta que el mismo grupo llenó el año pasado el Anfiteatro con una capacidad de 5mil personas, la diferencia salta a la vista.
Para el productor Claudio Joison, en cambio, la razón está en que hay más dinero en la región. "Para los shows importantes siempre venían combis a Rosario, pero ahora esto pasa con cualquier propuesta. La buena racha con la soja le dio un respiro a la gente, que ahora no duda en invertir en espectáculos y cultura", señala. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Mayumana llenó siete funciones en el Auditorio Astengo. | | |