| sábado, 21 de agosto de 2004 | La necesidad de ser un equipo Que los equipos no se arman sólo por tener grandes nombres es una realidad incontrastable. Más cuando recién se jugó una fecha de campeonato. A Newell's hay que esperarlo y tiene ante sí una prueba realmente valioso para saber si un plantel con muchos jugadores nuevos puede encender el fuego sagrado que caracterizado a aquellos que logran trascender.
Poco para destacar lo que dejó Newell's ante Vélez. No lo es tanto que el arquero Justo Villar haya mostrado signos de solvencia, que el capitán Sebastián Domínguez haya sabido llevar la cinta o que Capria, Manso y Belluschi hayan jugado buenos cuarenta y cinco minutos. Pero no alcanza ni para el colectivo.
Por eso Gallego mete mano y cambia todo, esquema y jugadores, algo que por otra parte fue habitual desde que llegó al Parque y que representa un mal síntoma. Los grandes equipos generalmente no se alteran. Tampoco lo es que Newell's necesite de tantos jugadores de afuera para intentar destacarse, porque quiere decir que algo falla en la política de promoción de inferiores, pero es lo que hay y por lo menos en este torneo no hay vuelta atrás, más cuando se espera aún nuevas habilitaciones, como la de Ariel Ortega y Pablo Melo.
Que juegue Maidana es una buena noticia para los rojinegros. Que vuelva a jugar con un dibujo tradicional parece que también. Pero amén de que los nuevos deben dar más, y Jardel es el más claro ejemplo de ello, Newell's debe forjar una imagen de conjunto que hace rato no tiene. Eso sí, nada mejor que un partido de semejante presión para dar el primer paso. En el Parque vale la pena el riesgo, porque así como hay mucho por perder, lo hay mucho más por ganar. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El final menos deseado para el arranque. | | |