| sábado, 21 de agosto de 2004 | La presencia del tercer sector en el campo educativo En las últimos décadas del siglo XX, ante la profundización de la crisis social y económica, ha crecido significativamente el número de organizaciones no gubernamentales(ONGs) -ya sea asociaciones civiles o fundaciones- que centran su accionar en el campo educativo. Algunas, como el caso de la escuela de Baigorria (ver aparte), financiando proyectos en marcha, otras con programas que van desde la educación en valores o ambiental, alfabetización, promoción de la lectura, participación ciudadana, entre otros temas.
Este fenómeno llamado por algunos especialistas como "tercer sector" fue el tema de muchos estudios no sólo porque su surgimiento conformó un mosaico heterogéneo de realidades, sino también porque no faltaron grupos que se constituyeron en fundaciones para beneficiarse con la exención de impuestos y otras ganancias. Por otra parte, su relación con Estado también fue el eje de muchos debates, habida cuenta que muchas de estas instituciones surgieron oponiéndose a las políticas establecidas, dando respuestas concretas en los espacios que las mismas dejaban vacíos. En ese sentido, el mayor énfasis lo han puesto en el trabajo con adolescentes y jóvenes con menores oportunidades educativas.
Según datos suministrados por el Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad (Cenoc), en la provincia de Santa Fe tienen incumbencia en el área educativa alrededor de 500 organizaciones que incluyen desde cooperadoras hasta organismos de base ligados a la Iglesia.
Inclusión En la actualidad, desde el programa Educación Solidaria del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación se plantea la integración de este tipo de organizaciones a través de la Mesa de Organizaciones Solidarias con la educación que se conformó a partir de junio de 2003. La mesa, integrada por 47 instituciones que poseen presencia nacional, tiene por objetivo acordar acciones conjuntas ya que por mucho tiempo, las asociaciones trabajaron en forma aislada y desorganizada.
Según Nieves Tapia, coordinadora del programa Educación Solidaria, están aquellas organizaciones caracterizadas por su rol de voluntariado como grupos que realizan alfabetización o promoción de la lectura y aquellas consideradas donantes, como las fundaciones, que apuestan al financiamiento de actividades en el área. "Tienen roles y agendas bien diferentes", aclaró.
La funcionaria destacó que si bien se está intentando integrar el trabajo de este tipo de organizaciones, reconoce que el financiamiento y establecimiento de condiciones de trabajo es un rol indelegable del Estado.
"La escuela sola no puede hacer lo que se le pide. Por eso es bienvenido el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil pero siempre y cuando garanticen la inclusión con calidad. Otro eje al que se le da prioridad desde el programa es a la promoción de la lectura", apuntó.
En ese sentido, hizo hincapié que el camino hacia una educación equitativa y de calidad trabajando con este tipo de instituciones es un proceso largo y lento, puesto que son culturas institucionales diferentes y es necesario realizar acuerdos.
"Si bien hay roles del Estado que son intranferibles, es importante la existencia de este tipo de organizaciones porque también es responsabilidad de la sociedad civil participar en el tema educativo, y esta es una manera", indicó. enviar nota por e-mail | | |