La realidad muestra día a día que la escuela sola no puede. Cómo se articula la acción del Estado con la de la sociedad civil

Plan para evitar la repitencia en una escuela de Baigorria

Participan más de 120 alumnos del tercer ciclo de la EGB. Reciben ayuda de una fundación

Fabiana Monti / La Capital

"Estudiar vale la pena, otro futuro es posible". Con esa consigna la Escuela Nº 1.294 de Granadero Baigorria, implementa desde este año un programa de retención escolar. Los destinatarios son los alumnos del tercer ciclo de la EGB, donde se observa el mayor grado de repitencia. Al decir de los responsables de la iniciativa, la propuesta se puede llevar a cabo, gracias al apoyo que reciben no sólo a nivel gubernamental sino también de una fundación que hace de "sostén económico". Esta complementación entre Estado y organizaciones no gubernamentales es un fenómeno que se ha ampliado en los últimos años y la escuela de Baigorria es una muestra de ello.

Julia Calvo, profesora de ciencias sociales y responsable del proyecto, cuenta que desde el año 2003, la institución estaba participando del Programa Nacional de Becas y desde allí le pidieron que debían presentar un plan de retención para evitar la deserción escolar.

"Habíamos empezado a dar clases de apoyo con los tutores y con los profesores del Espacio de Definición Institucional (EDI), pero resultaba que a veces, los chicos tenían dificultades en matemática y los profesores que estaban disponibles eran de música o de plástica", relata.

Por eso, cuando desde Nación le pidieron un programa más específico, diseñaron un plan basado en tres pilares fundamentales: clases de apoyo en contraturno con pasantes de institutos terciarios y de la universidad, actividades recreativas y talleres de educación sexual que realizan en forma conjunta con un centro de salud del barrio.


Contactos
"Presentamos a Nación el plan en abril del año pasado y nos llegó el dinero a finales de diciembre", recordó Calvo y explicó que además de las demoras, tenían ciertas limitaciones como que no se podía gastar el dinero en viáticos, o les prometieron libros que nunca llegaron.

"Cuando la Fundación Cimientos se contactó con nosotros, nos posibilitó entre otras cosas, poner en marcha la biblioteca, un espacio que los chicos se han apropiado para hacer las tareas o buscar material y comprar más equipamiento", ejemplificó Gabriela Néstares, profesora de ciencias naturales y también coordinadora del programa.

En ese sentido, las docentes de la Escuela Nº 1.294 consideran que el aporte de la fundación les sirvió de complemento a las actividades que estaban poniendo en marcha.

De un total de 300 alumnos que cursan el tercer ciclo en la institución, participan del programa alrededor de 120 estudiantes.

Si bien consideran que aún es temprano para sacar conclusiones sobre los resultados del proyecto, lo que sí observan las docentes es el interés con que participan los chicos y que este entusiasmo se está extendiendo a otros estudiantes que tienen dificultades pero que son más reticentes a sumarse, por problemas de conducta.


Oportunidad
"Estar en el programa es una posibilidad no un castigo", apuntó Lucía, alumna de 8º, quien con sus compañeras Maira, Sofía, Paula, acordaron que la propuesta les está dando un apoyo que no siempre pueden obtener en su hogar, ya que son profesionales quienes se lo están brindando.

La visión de los alumnos coincide con las docentes en el hecho de que recuperar la biblioteca fue más que importante, porque es una de las más cercanas que tienen en la localidad.

La Fundación Cimientos es una organización de carácter nacional cuyo consejo consultivo está integrado por Juan José Llach, ex ministro de educación de la Nación y diversos empresarios que apadrinan proyectos.

Según relató Fernanda Villareal, quien supervisa por parte de esta organización el funcionamiento del programa en la región, el objetivo de la misma es mejorar las oportunidades educativas en la escuela. Por eso cuentan con distintos programas que tienen como finalidad la retención y la reinserción escolar.

Los alumnos de la escuela 2 de Abril encontraron en el a biblioteca un espacio para hacer las tareas y también para socializarse.