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 miércoles, 17 de marzo de 2004

El socialista dijo que el PJ constituye una "asociación lícita" por interés
Ley de lemas: Binner recalentó la polémica al proponer un plebiscito
Según Lifschitz, primero hay que derogar y después discutir una alternativa. Rosúa no desea más de lo mismo

El ex intendente de Rosario Hermes Binner propuso ayer que los santafesinos sienten posición sobre la ley de lemas vía plebiscito, al tiempo que el actual jefe del Palacio de los Leones, Miguel Lifschitz, volvió a reclamar la derogación de la norma electoral para después discutir el sistema a adoptar, en contraposición al proyecto de la Casa Gris, que impulsa su reemplazo por internas abiertas, obligatorias y simultáneas en todos los partidos políticos. En tanto, el futuro ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, reconoció que la controvertida ley está agotada, aunque hizo hincapié en que se debe encontrar un sustituto que "no nos lleve a lo mismo".

Binner estimó que la consulta popular sería la medida "más saludable". Es que, a su entender, en el gobierno de Jorge Obeid "no hay voluntad" para derogar el actual sistema electoral.

El socialista sugirió a El Litoral incorporar el plebiscito a los comicios legislativos del 2005 con el fin de "ahorrar costos" y, a su vez, evitar que el Ejecutivo provincial eluda dicha propuesta "por falta de recursos".

Más allá de las promesas oficiales, Binner no cree que el justicialismo desee eliminar la ley de lemas. "Obeid podrá decir que cumplió porque ya mandó el mensaje para su derogación a la Legislatura, pero el PJ no la votará. Va en contra de sus propios intereses", señaló.

Fue entonces cuando el ex candidato a gobernador sostuvo que el PJ conforma una "asociación lícita para conservar el poder". Y acusó a los peronista de "manipular el sistema electoral en función de sus beneficios y para no perder" en las urnas.

Si bien Binner rescató la figura de Roberto Rosúa, quien mañana asumirá al frente de Gobierno, no ocultó sus reparos acerca de la suerte a correr por la polémica norma electoral.

"Tengo los mejores conceptos (del nuevo ministro), pero no es un problema individual. Es un problema de esa asociación democrática, que es la que decide, y que es lícita porque actúa en el marco de la ley", sentenció.

Por su parte, Rosúa negó que la Gobernación haya dado un paso atrás con respecto a la derogación de la ley de lemas. "Pasaron tres meses y en la Legislatura se está discutiendo, pero hay opiniones diversas", justificó.


Sin apuro
Asimismo, el futuro titular de la cartera política aseguró que "no hay urgencia en esto y no existe ninguna elección a la vista, por lo que tenemos tiempo para que el próximo sistema sea el mejor".

Rosúa también reconoció que la cuestionada norma electoral está agotada, aunque hizo hincapié en que se debe encontrar un sustituto que "no nos lleve a lo mismo". Y resaltó: "En su momento la ley de lemas significó un avance y aseguró la participación de la gente. Hay que buscar eliminar los vicios de esta norma y que los ciudadanos sigan participando".

Lifschitz, paralelamente, se quejó porque las internas obligatorias "no existen en ningún país del mundo". Por eso consideró "una aberración pedirle y obligar a un ciudadano independiente que vote" mediante ese sistema.

"Nosotros no queremos regresar al pasado, pero tampoco avanzar hacia un sistema que no tiene tradición ni existe de esa manera en ningún lugar del planeta", alertó el intendente rosarino.

Tras insistir en que los socialistas "no nos oponemos en absoluto a que haya internas u otros mecanismos", apuntó a la necesidad de derogar la ley de lemas y "luego, con tranquilidad, hacer una discusión profunda sobre el régimen electoral".

"No vaya a ser que, por tanto discutir un nuevo régimen, nos quedemos con una ley que siga vigente durante los próximos períodos electorales", advirtió Lifschitz.

En otro orden, el intendente reiteró que los cambios en el gabinete de Obeid son "acertados" ya que, "en definitiva, los municipios, y sobre todo el de Rosario, somos grandes usuarios (por decirlo de alguna manera), grandes clientes de la provincia". Y subrayó: "Es fundamental que Santa Fe funcione bien y que los ministros sean ejecutivos y resuelvan los temas".


Agenda inmediata
El intendente evaluó que la cartera que en pocas horas más comandará Rosúa "tiene que resolver problemas clave para Rosario como el de la seguridad y el de los presos en las comisarías".

A modo de repaso de la breve relación que mantuvo con el relevado Alberto Gianneschi, Lifschitz recordó que se habían encontrado en "una reunión muy cordial". Pero también que entendía que, por tratarse Rosúa de "un hombre experimentado y de la ciudad, seguramente contribuirá a darle una mayor dinámica al área de Gobierno".

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Binner intenta sostenerse en los primeros planos.

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