| | domingo, 27 de marzo de 2005 | |  | Charlas en el Café del Bajo
-Fin de esta serie de tres charlas sobre la "Semana Santa del mundo". Dijimos que la humanidad ingresó a lo que damos en llamar la pasión del bien, expresamos ayer que la crucifixión y "muerte" de este bien sería un hecho inexorable que marcaría el fin de un ciclo y concluimos ayer en que habrá una resurrección e imperio del amor. Es menester aclarar algunos puntos. Cuando nos referimos al mal y su derrota final no estamos diciendo que la maldad desaparecerá del mundo, sino que las profecías indican subliminalmente que el mal institucionalizado -reinante a través de gobiernos centrales y poderosos y sus satélites, y mediante organizaciones no gubernamentales que someten y humillan a gran parte de la humanidad- perderá su poder y se desmoronarán sus planes.
-Debemos entenderlo como el fin de la pobreza, la injusticia y en consecuencia el fin de muchas angustias para el ser humano.
-Exactamente. No se debe interpretar como que no habrá actitudes malas en cada uno de los seres, porque esto no es compatible con la naturaleza humana. Pero una cosa es el mal que se enquista, que pergeña sus planes pérfidos y somete a las criaturas sin arrepentirse en absoluto de su propósito y otra la actitud mala del hombre. Por lo general esta última no afecta a la esencia humana, pues el ser humano en lo individual casi siempre y más tarde o más temprano, se arrepiente de sus hechos que provocan daño en el prójimo. Pero este no es tema para considera ahora. Es importante decir que esta resurrección y posterior reinado del bien estará dado por una situación que tanto el cristianismo como el judaísmo comparten aun con sus diferencias: la venida del mesías o rey que impondrá orden en el mundo. Para el cristianismo será la segunda venida, para el judaísmo la primera que salvará a Israel y a la humanidad de tanta persecución y dolor. Para los primeros será un ser revestido de divinidad, para los segundos será un ser humano descendiente de la Casa de David, pero lo sustancial es el cambio de orden que impondrá en el mundo.
-Es interesante lo que dice Juan, en el críptico libro del Apocalipsis, en el capítulo 20. Manifiesta que vio bajar un ángel y encadenó por mil años al dragón, "la serpiente antigua que es el diablo" (puede leerse "el mal") y le puso un sello "para que no seduzca ya más a las naciones" y alude al reino de Cristo por mil años.
-Este es un pasaje muy interesante de la profecía sobre el cambio de un orden social en el mundo y explicarlo demandaría mucho espacio. Pero cuando el profeta habla de la serpiente antigua que seduce a las naciones no alude sino a la cultura histórica maligna que a través de naciones y organizaciones poderosas humilla a los pobres y débiles de la faz de la tierra. Cuando habla del reino de Dios y de Cristo habla de la era mesiánica que, en mi opinión, ya ha comenzado. En una de las charlas anteriores dijimos que había comenzado con el holocausto judío y el lanzamiento de bombas atómicas sobre ciudades de Japón y olvidé añadir algo importante contemplado en la profecía del judaísmo: que la era mesiánica comenzaría con la creación del Estado de Israel y el retorno de los judíos a su tierra. No es casualidad que todos esos hechos sucedieran casi al mismo tiempo.
-Sin embargo para el advenimiento del nuevo orden aún falta. ¿Qué será en tanto de nosotros?
-La era mesiánica del mundo no necesariamente debe corresponderse con la era mesiánica de cada ser humano. Una vez un amigo judío me dijo algo muy interesante: "Cuando un rabino llamado Yeoshua Ben Levi le preguntó a Elías acerca del advenimiento del mesías, cuándo se produciría este hecho tan deseado, Elías respondió: "Hoy, si oyes su voz". Pues bien, siendo que tratamos este tema en la Semana Santa de la cristiandad y ante tanta tribulación y pena no puedo menos que exhortar sino a que el mundo cristiano, más que nunca en estos tiempos, escuche la voz de Jesús que es una voz maravillosa, una voz que es refugio en medio del dolor, es cielo aquí en la tierra. Una voz que invita a la resurrección, a una nueva vida primero en lo personal y después en lo social. Una voz que habla de justicia, de paz, de amor por los pobres y débiles. Ojalá que se escuche.
Candi II
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 | "Reutemann es el gran elector de la provincia de Santa Fe"
Susana Rueda, cotitular de la CGT
El 25/7/2004 había dicho: "Reutemann no es líder del peronismo" | Ver noticia  | |
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