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 domingo, 07 de noviembre de 2004  
Sin protección. La peor consecuencia de la crisis económica
"La situación de la niñez en las grandes ciudades del país es catastrófica"
La especialista en atención de chicos en riesgo, Myrtha Chokler, exige una urgente toma de conciencia

"La situación de la niñez en las grandes ciudades del país es catastrófica. Si no tomamos conciencia, estamos perdidos como sociedad". La reflexión pertenece a la directora de la Fundación por los Derechos de la Infancia, Myrtha Chokler. En diálogo con La Capital, la especialista en abordajes de la atención de niños en riesgo, consultora externa de Unicef, doctora en fonoaudiología y psicología y profesora de la Universidad Nacional de Cuyo, señaló al acelerado proceso de concentración de la riqueza que se dio en los últimos años como el "gran responsable" de la realidad que hoy viven los chicos más pobres del país.

-Las cifras de pobreza en el país siguen siendo muy importantes a pesar de que hay indicadores de cierta recuperación económica. Es ese marco, ¿cómo ve hoy a los sectores más desprotegidos?

-Este es un fenómeno común e histórico en nuestros países, donde cada vez que hubo algún tipo de reactivación o de mejoría económica fueron apropiadas por algunos pocos sectores, generalmente financieros y bancarios; por lo cual al pueblo y en particular a los chicos no les llegó nada. En realidad, el nivel de desapropiación y depredación de los sectores más desprotegidos es permanente, en épocas malas y buenas.

-Argentina, incluso ahora, está peor comparada con otros países de la región.

-Es que la concentración de la riqueza en nuestro país fue tan brusca que el fenómeno del hambre es relativamente reciente. Sobre todo porque también emerge de una terrible depredación, no sólo de la riqueza económica, sino de las personas, de las potencialidades de vida de los argentinos.

-Son indicios de una nueva realidad.

-No son fenómenos nuevos, pensemos sino en la Inglaterra del siglo XVIII. Lo que pasa es que uno creía que estas situaciones terribles estarían superadas a esta altura de la historia de la humanidad. En este país el hambre es inmoral. Es productor de alimentos, sin embargo la mitad de los argentinos pasa necesidades y un 70 por ciento de los niños está por debajo de la línea de la pobreza.

-Visto desde esa perspectiva parece muy complicado encontrar alguna solución.

-Depende de las voluntades políticas. Hay distintos tipos de pobreza o de vivir la pobreza, pero ahora estamos frente a una pobreza asentada con una idea de no resolución, con una disgregación de la personalidad y de los lazos sociales. La disgregación atentó contra la subjetividad de las personas y si pensamos que los niños se constituyen como personas en los primeros tres o cuatro años, que constituyen las matrices de aprendizaje y de las relaciones sociales, tenemos pequeños que ya tienen hipotecado el futuro. Les negamos la infancia y sus derechos; por más discursos, por más títulos que pongamos y por más firmas de convenios internacionales que se hagan, sabemos que esos son discursos.

-Más allá de las decisiones políticas que habría que tomar, ¿no cree que también hay una responsabilidad social?

-Sin dudas que la conciencia de cada una de las personas es singular, que la libertad nace de la conciencia de la necesidad individual y, como bien dice la psicología, la necesidad es el impulso, el motor de la satisfacción de sus necesidades: las materiales, espirituales, sociales, culturales y familiares. Lo fundamental es tener conciencia de la necesidad, muchas veces estamos tan mal y tan ahogados que ni siquiera podemos pensar en qué es lo que nos hace falta. No se puede ir con el otro a la búsqueda de las soluciones porque las salidas no son individuales, siempre son colectivas.

-Algunas entidades y organizaciones hablan de los chicos de la calle y otros de "situación de calle" ¿En qué radica la diferencia?

-Son distintas formas de encarar el problema, que es muy complejo. Hay chicos que viven en la calle, pero viven de verdad, y hay otros que no viven, pero pasan todo el día en la calle.

-Que tienen un hogar...

-No sé si uno lo podría llamar hogar, a veces puede ser un hogar y a veces no. Estamos hablando de chicos donde la calle es su refugio, porque lo que encuentran en otro lado es peor.

-Se dan casos en que los chicos se niegan a volver a sus casas y no hay alternativas intermedias para estas situaciones.

-Hay una multiplicidad, a veces hasta agobiante, de instituciones y entidades dedicadas al problema de la niñez en riesgo. Cada una se nuclea y aporta desde diversos enfoques. Algo que está en este momento muy en el foco es responsabilizar a la familia y no es casual que se haga cuando existe un Estado que se desligó de sus responsabilidades y culpa a las familias, que también son víctimas. En realidad hay que preocuparse para que haya muy buenas instituciones. En general se han devastado, se dejaron en manos de cualquiera y del peor modo. La situación de la niñez en el mundo, en Argentina y dentro de ella en los grandes centros urbanos es realmente catastrófica. Si no tomamos conciencia, estamos perdidos como sociedad.
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"Este es un fenómeno histórico", dijo Myrtha Chokler.

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