Rocha: Palmeras, faros y playas agrestes

Balnearios solitarios, lagunas, sierras y casas de campo, atracciones del departamento más oriental de Uruguay

Pedro Martini / La Capital

Quien no conoce Uruguay pensará que sólo ofrece centros turísticos para que una determinada clase social elija un sitio para veranear. Al igual que este redactor, comete un serio error. El país vecino a la Argentina posee una variedad infinita de oportunidades para descansar y disfrutar en familia no sólo en lujosos hoteles y residencias de las grandes urbes. También los amantes de la naturaleza, el deporte y el turismo aventura encontrarán un lugar reparador.

Tal es el caso de Rocha, el departamento costero ubicado más al este de la República Oriental que me tocó visitar. Con sus lagunas, palmares, humedales, sierras y 180 kilómetros de costa sobre el océano Atlántico, se convierte en la alternativa más completa e interesante para el turismo de todos los gustos. Es un lugar apropiado para un buen descanso, con una hotelería, complejos de cabañas y casas de alquiler muy confortables.

La gastronomía del lugar, favorecida por todo lo que el mar ofrece, los paseos artesanales, los espectáculos, el arte, su entorno de naturaleza y muchísimo más aseguran el entretenimiento. Todo esto en un clima de suma cordialidad y seguridad, tan añorada y ansiada por estos lugares.

Las autoridades de la intendencia y operadores de Rocha destacan que el viajero que llega a la zona cuenta con excelentes opciones a la hora del descanso, recreación y contacto con la naturaleza. Podrá hacer uso de itinerarios preestablecidos o atreverse a trazar su propia travesía tierra adentro, donde hay una vasta red de estancias turísticas en donde pasar unos días realizando actividades propias de la vida de campo. Rocha capital del departamento, es un bastión de serenidad que se mantiene indiferente a la agitación de la vida moderna.


Sol y playa
La Paloma -ubicado a 240 kilómetros al este de Montevideo- es el principal balneario de la zona y el de mejor infraestructura hotelera. Tiene variadas y hermosas playas entre bosques de pinos y acacias, que lo hacen un lugar ideal para pasar unas inolvidables vacaciones junto al mar. Debe su nombre a los viejos navegantes que desde el mar veían altos y blancos médanos avanzando hacia el cabo, simulando el cuerpo de una gran paloma blanca.

La Paloma se edificó en torno al cabo Santa María, en cuyo extremo se encuentra un impactante faro de 42 metros construido en 1874 por obreros franceses e italianos debido a los múltiples naufragios que acontecían en la zona. Una escalera de 150 peldaños en espiral lleva a su cima para disfrutar del bellísimo panorama que ofrece.

Aparte de La Paloma y La Pedrera (el balneario más antiguo de la región y plagado de roquedales y pronunciados acantilados), el resto de los pueblitos de Rocha muestra el encanto de una vida rústica, consustanciada con la naturaleza. La Coronilla, Valizas, Cabo Polonio, Aguas Dulces, La Esmeralda, Punta del Diablo, Santa Teresa (ver aparte), Barra del Chuy, y las demás no menos interesantes opciones completan la más fantástica franja rochense de Uruguay.


Dunas móviles
En Cabo Polonio se alzan las únicas dunas móviles que sobreviven en el Cono Sur y una pequeña aldea de trabajadores pesqueros. Los lobos marinos son los habitantes naturales de esta zona, en donde no hay energía eléctrica ni calles, sólo caminos de arena con un faro entre las masas rocosas. Estas enormes extensiones de arena enmarcan espaciosas y tranquilas playas oceánicas y se puede acceder a ellas en vehículos todoterreno, a caballo y por qué no a pie, si la intención es caminar varias horas. Debido a la imposibilidad de acceder en automóviles particulares a la zona, el mítico Cabo Polonio conserva esa aureola de paz y naturaleza virgen. De hecho, sus pobladores -concientizados con la protección ecológica autóctona- imponen a sus huéspedes estrictas normas de preservación. Todos los años, entre julio y noviembre, se pueden avistar migraciones de ballenas franca austral.

En el extremo norte, la ciudad del Chuy marca el límite con Brasil. A 10 kilómetros de esta ciudad fronteriza, el visitante puede conocer y admirar el Fuerte San Miguel, pequeña joya de granito rosado construida en 1734.

En el departamento de Rocha se encuentran casi el 60 por ciento de las 72 especies de mamíferos terrestres que habitan el suelo uruguayo y sin duda ofrece a los turistas la más variada y atractiva oferta, sin importar la época del año en que se la visite.

Rocha dispone de 180 kilómetros de playas sobre el Atlántico.