| domingo, 08 de agosto de 2004 | Todas las frutillas del presidente Jorge Obeid no quiso faltar al acto realizado en la Casa Rosada donde el presidente Kirchner anunció la derogación del decreto que habilitaba a los barcos a usar "banderas de conveniencia", en lo que significó una virtual recuperación de la marina mercante para la Argentina. Y el gobernador santafesino, además, llevó un obsequio muy especial para el jefe del Estado: nada menos que siete kilos de las mejores frutillas corondinas, cuyo destino el santacruceño se ocupó personalmente de dejar bien claro. Luego de ordenar que se las llevaran, disparó: "Esto es para mí solo". Eh... ¿No le dejará ni una sola a la pobre Cristina?
| Más confundidos que turcos en la neblina El programa radial matinal de los sábados gira en torno a la economía, la política o lo que haga falta. Los muchachos, se nota, no estaban muy al tanto de la información sobre la nueva Guardia Urbana Municipal. Y por eso, el subsecretario de Gobierno de la Municipalidad, Horacio Ghirardi, tuvo que soportar preguntas elementales. ¿Cuántos agentes la integran?, ¿qué funciones tienen?, etcétera: preguntas aburridas, porque durante toda la semana los medios dieron amplia cobertura al tema. Pero el despiste llegó a límites risueños en la despedida de la charla. "Gracias, Rosatti", le dijeron al pobre Ghirardi, quien tuvo buenos reflejos para agradecer el sorpresivo ascenso a ministro de Justicia de la Nación.
| Lo más granado de la noche El reconocido economista Osvaldo Granados, cuya columna es de las más escuchadas dentro de su especialidad en la radio rosarina, pasó por la ciudad anteayer para presentar su libro "Dejando atrás las crisis", escrito en colaboración con Ana Verchik. El "vernissage" de turno tuvo lugar en las instalaciones de Gimnasia y Esgrima, en el marco de los festejos por el centenario del tradicional club rosarino y el 77º aniversario de LT8. Bien entornado por el dúo periodístico local Caferra-Ricciardino, y en medio del fervor del público femenino, el opinólogo demostró que los avatares de la economía no son su único interés: sin demorarse en exceso en las cuestiones protocolares, después del acto participó de una larga y bien regada cena donde las damas que lo siguen día a día no cesaron de prodigarle su admiración. Y más allá de que las referencias sobre el evento entran, a partir de cierta hora, en un cono de sombras, todo indica que la reunión se prolongó hasta el alba, sin economizar absolutamente nada. También así se contribuye a la reactivación.
| El concejal está en la luna El edil es muy joven y como tal, los viernes por la noche se aleja de sus obligaciones y de su pasión política para sumergirse en el vértigo de la movida rosarina. Hace menos de cuarenta y ocho horas el combativo radical fue detectado por un periodista ya veterano en estas lides en medio de la multitud que colmaba un tradicional boliche de la zona del bajo. Después de intercambiar un guiño cómplice y un par de palabras aún más cómplices con el hombre de prensa, el concejal -que también es fan de la literatura- se alejó raudamente hacia la barra en busca de una copa mientras su mirada recorría el lugar sin perder un solo detalle. Es que el hombre nunca se distrae. Apenas se concede un breve rato de relax los viernes por la noche, cuando suele estar en la luna. | | | | "Cuando nos acercamos a los jóvenes descubrimos que son nuestra esperanza, que hay generosidad, ganas y anhelos de trabajar" Monseñor Jorge Lozano Obispo auxiliar porteño | Ver noticia | | |