Monopolio. Afirman que la competencia desleal hizo quebrar a varias compañías

Graves denuncias contra el titular de Transporte de la provincia

Un empresario y un gremialista acusan a Miguel Angel Latorre de cometer serias irregularidades

Luis Emilio Blanco / La Capital

El empresario rosarino Gregorio Hordichuk radicó una denuncia contra la Subsecretaría de Transporte de la provincia, en la que revela irregularidades surgidas en la relación de este organismo con empresas de transporte de pasajeros en perjuicio de su propia compañía. Esta presentación, que incluye pruebas contra el subsecretario de Transporte Miguel Angel Latorre por la supuesta comisión del delito de cohecho, se suma a las realizadas por el presidente de la Federación de Transportadores Rurales Argentinos, Carlos Di Nunzio, las que acusan al funcionario por "mal desempeño de sus funciones" (ver aparte).

Hordichuk es un empresario de transporte de pasajeros que comenzó con la actividad en 1961. En 1991 compró parte de la compañía Gran Rosario que cubría los servicios Rosario-Bella Vista y Rosario-Arroyo del Medio e intermedias, y dos años más tarde adquirió las acciones de sus socios y se quedó con la totalidad de la empresa que hoy ya no existe. Atribuye esta situación a la competencia desleal liderada por el empresario de Rosario Agustín Bermúdez quien, "en connivencia con las autoridades de la Subsecretaría de Transporte, fue ahogando a los demás empresarios y hoy cuenta con más del 60 por ciento de los servicios rosarinos e incursiona también en la ciudad de Santa Fe, lo que indica un crecimiento desmedido".

El punto más grave de la denuncia de Hordichuk refiere a una operación comercial por la venta de un galpón, que podría constituir un ilícito y tiene como protagonista a Latorre. Como compradora del inmueble aparece la esposa del subsecretario de Transporte y como vendedor José Bermúdez, hermano de Agustín Bermúdez. Los cheques para cubrir el pago fueron librados por éste último cuando la propiedad pertenecía a su hermano y la compradora era la esposa de Latorre, María Cristina Pradolini.

Hordichuk asegura en la denuncia que cayó en la cuenta de la maniobra cuando en 1999 cobró el recupero de un siniestro de parte de la empresa Martín Fierro (propiedad de Agustín Bermúdez) por el monto de 500 pesos, con un cheque que tenía el domicilio en David Peña 678 de Rosario. Al constatar la dirección en la guía telefónica notó que el domicilio mencionado pertenecía a Miguel Latorre. "Esta situación configuraría al menos una incompatibilidad, debido a que en virtud del cargo que ocupaba en la anterior gestión de Jorge Obeid -dentro de la Subsecretaría que hoy dirige-, no puede estar relacionado ni mantener intereses con empresarios", indicó Hordichuk.

En la denuncia figura el detalle de cinco cheques del Banco Comercial Israelita emitidos por Agustín Bermúdez por cinco mil pesos cada uno y seis de diversos montos del Banco Municipal de Rosario, librados por el entonces socio y hoy empleado de este último, Jesús Ferraro.

Según relató Hordichuk, su empresa comenzó a caer en desgracia cuando él gerenciaba el Ente Coordinador Sanlorencino. "Por entonces la empresa 9 de Julio, que cubría el mismo recorrido, vendió parte de sus acciones a Agustín Bermúdez. Una vez que se hizo cargo, rompió el ente al intentar interactuar con otras empresas que trabajaban con nosotros".

"Después de un llamado de atención de parte del entonces subsecretario de Transporte, por no pedir la autorización, Bermúdez presentó otra propuesta de coordinación de empresas que finalmente fue aceptada desde el organismo provincial, y allí comenzó su crecimiento desmedido", explicó Hordichuk.


Fallas del Estado
El empresario contó que de 48 unidades que poseía la empresa 9 de Julio, en 1995 pasó a tener 120. "En poco más de un año triplicó la flota y allí comenzó a fallar, creo que con toda intención, el rol que deben cumplir las autoridades provinciales en cuanto a controles y a exigencias de cumplimiento de la legislación vigente".

Hordichuk dijo que por entonces su empresa tenía 18 coches nuevos con aire acondicionado pero el descontrol permitió que se pusieran en marcha mecanismos desleales en perjuicio de su compañía.

Asimismo, contó que tiene en su poder y entregó a la Justicia gran cantidad de documentación que demuestran otras irregularidades como la utilización de unidades mellizas, otras que carecían de patente, seguro, habilitaciones e inspección técnica, y además no pagaban la tasa de transporte, así como otras que no estaban en condiciones de circular.

Finalmente acusó a Bermúdez de evadir impuestos y cargas previsionales sobre los empleados, y de hundir empresas y crear otras para blanquear deudas y "continuar con su modalidad de monopolizar los servicios en la provincia".

Hordichuk cargó duramente contra el funcionario y un conocido empresario rosarino.