La usina no será provincial pero se emplazará en la región

Más cerca de generar energía

Una propuesta del gobierno nacional acerca la posibilidad de asegurar el suministro eléctrico a las empresas

Patricia Martino / La Capital

El gobierno provincial ahora tiene ahora a manos una solución para el problema energético que no requerirá de inversiones propias. Si bien las autoridades santafesinas trabajaban desde fines de 2003 con los empresarios de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) para generar electricidad por medios propios y dejar de estar cautivo del sistema interconectado, el plebiscito boliviano que aseguró la posibilidad de recibir el combustible desde el vecino país asegura el aprovisionamiento de una central térmica, que el gobierno nacional está dispuesto a emplazar en la zona, en el corredor que va de Coronda a Puerto San Martín.

El gasoducto del NEA que construirá el grupo Techint podrá desembocar entonces en una usina generadora de energía. Así, la región contaría con producción propia.

Si bien se trata de una solución a mediano plazo (la construcción de una obra de esta magnitud lleva alrededor de dos años) el gobierno provincial considera que con esta seguridad las empresas podrán volver a planificar su producción sin tener que estar pendientes de las carencias energéticas.

La provincia estima que con los actuales índices de reactivación económica la demanda de energía aumentará aún más. La actual infraestructura ya está utilizando un 95% de su capacidad por lo cual se hace necesaria una salida a esta situación, aunque demande tiempo.


Una zona estratégica
La elección de Santa Fe como lugar de radicación de la planta no es al azar, además de que aquí finalizaría el gasoducto del NEA, se trata de una zona de alta demanda de energía eléctrica. Además la favorece contar con gran cantidad de agua dulce y líneas de alta tensión. La usina se instalaría entre Coronda y Puerto San Martín.

Si bien todas las condiciones se presentan como favorables para la realización de la obra, algunos especialistas se preguntan por el verdadero interés de las compañías en construir una planta generadora debido a que aún no se regularizó el tema de las tarifas y se trata de una importante inversión.

Desde algunos sectores se mencionó que el gobierno provincial comprometería su compra de energía a esta planta, pero desde la EPE dicen que este tema aún no se analizó. Ocurre que durante buena parte del año la energía hidráulica es más económica y las autoridades santafesinas no quieren quedar atadas a pagar sobreprecios, aunque sí quieren asegurar el suministro.

La alternativa de instalar una planta generadora, si bien se convierte en la mejor opción para darle fin a la escasez de gas y electricidad, marca una vuelta de tuerca en la política provincial. Desde que asumió la gestión de Jorge Obeid se venía insistiendo con la necesidad de convertir a Santa Fe en una jurisdicción generadora para pasar a tener un grado de independencia con relación al sistema interconectado nacional. De hecho, el gobernador Obeid tomó contacto en una gira por el sur de Brasil con una empresa estatal canadiense que opera en Chile, para sondear posibles inversores privados.

Ahora el escenario se modificó y la provincia asegura que no se involucrará en la construcción de la planta de generación de energía eléctrica, que produciría 800 megawatts. Será el Estado nacional quien encare el proyecto y las inversiones quedarán en manos de las principales compañías generadoras del país con las cuales mantiene algunas deudas. En lugar de pagar esas deudas, el gobierno nacional les ofrecería a las empresas la construcción de la usina en zonas críticas y su posterior explotación. "La provincia no está en condiciones de aportar capital", dijo el interventor de la EPE, Luis El Halli Obeid.

Es que el Ejecutivo santafesino se topó con "la mejor de las opciones", es decir la más plausible. Claro está, la instalación de una usina combinada de generación de energía eléctrica en la provincia, que demandará una inversión de 400 millones de dólares, y su posterior explotación no quedará en sus manos. De allí que surja el interrogante: ¿Habrá forma de asegurar la electricidad que necesiten las empresas?

La idea, anticipada por el secretario de Energía de la Nación, Daniel Cameron en su paso por Santa Fe, quedará en manos de las principales compañías generadoras del país, que pusieron la mira en provincia con el objetivo de aprovechar el gas que llegará de Bolivia a través del gasoducto del NEA.

Luis Obeid destacó que con la realización del gasoducto del NEA se abre la posibilidad de construir una usina en Santa Fe y además remarcó que con este proyecto "el gasoducto tiene una razón más de ser más".

"Al instalarse una planta en Santa Fe se mejora todo el sistema porque aliviaríamos el Comahue y Embalse Río Tercero. Así la región Centro, Chaco, Formosa contarán con mayor disponibilidad", precisó.

Obeid se mostró preocupado por la posibilidad de que quienes se encarguen del proyecto pidan a la provincia un compromiso de compra de la energía que se genere en la planta como requisito para llevar adelante la obra. "A veces la energía hidráulica es más barata así que vamos a ver cómo se pacta el tema de la compra con la EPE", indicó.

Ante la consulta de si la provincia iba a intervenir en forma directa en la construcción de la planta el titular de la EPE tuvo una respuesta tajante: "La provincia no está en condiciones de aportar para una inversión de esta magnitud".

Por su parte, Carlos Garrera, presidente de la Fisfe, consideró "es importante que las empresas generadoras inviertan, ellas ya conocen del tema y lo hacen bien, el papel del Estado debe ser controlar", señaló y aclaró que el gobierno santafesino debe asegurarse que la producción primero quede en la provincia y luego el excedente se distribuya al sistema nacional. "Conviene que se quede en la zona porque existen menores costos de transporte, así que no es algo difícil de pautar", advirtió el titular de Fisfe.


¿Habrá interesados?
El consultor en temas energéticos, Alberto Rosandi, se mostró preocupado por si habrá o no interesados en invertir en la planta generadora. "Los precios aún no se regularizaron y es difícil encontrar inversores con el actual marco de tarifas", advirtió.

Indicó que la provincia debe ser cautelosa y no cometer el error de comprometer la compra de energía para atraer conversores, porque el resultado podría ser poco conveniente para Santa Fe. "Debe haber un equilibrio entre precio y abastecimiento, tal vez se quiera pautar un sobreprecio para asegurar la energía", planteó.