Grave acusación del líder piquetero contra la administración de Kirchner

Castells denunció que el gobierno intentó sobornarlo para silenciarlo

El titular del MIJD dijo que le ofrecieron dinero y cargos para que su agrupación se convierta en oficialista

En medio del áspero enfrentamiento entre el gobierno y los piqueteros más radicalizados, uno de los principales referentes de ese sector, Raúl Castells, denunció ayer que la administración nacional intentó "sobornarlo" con subsidios, dinero y cargos, entre otros beneficios, a cambio de que su agrupación se convierta en oficialista. La réplica oficial provino del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien dijo que Castells es más bien "un marginal" antes que un "dirigente de masas".

"Esta gente no entiende nada: era la primera vez en la vida que me sobornaban, y además me retaban porque rechazaba el soborno", reveló Castells, y detalló que los supuestos "ofrecimientos" oficiales fueron los "mismos que le hicieron" a Luis D'Elía, la cara más visible de los dirigentes piqueteros cercanos al gobierno.

Sin embargo el dirigente piquetero no identificó a quienes le habrían hecho ese supuesta proposición.

Según Castells, D'Elía "apoya al presidente Néstor Kirchner porque recibió una serie de prebendas y subsidios que superan los 45 millones de pesos".

"Los mismos ofrecimientos que le hicieron a D'Elía nos los hicieron a nosotros. Subsidios, plata, lo que pidiéramos, incluyendo cargos en el gobierno a cambio de que nos hiciéramos oficialistas", lanzó.

El dirigente de los llamados piqueteros "duros" acusó a la administración central de tener "una concepción hegemónica y totalitaria, donde lo que no sea kirchnerista tiene que ser aplastado".

La nueva polémica entre el oficialismo y este sector se produjo un día después de que integrantes de la agrupación de Castells se instalaron en puestos de peaje de tres autopistas del conurbano, donde levantaron las barreras y dejaron circular a los automovilistas sin pagar peaje.


Efecto mediático
En sus renovados ataques, el jefe de Gabinete acusó al jefe del MIJD de limitarse a "recorrer radios y canales de televisión anunciando que va a tomar edificios públicos".

Fernández remarcó que tras ese periplo periodístico, Castells lo único que "ha terminado" exhibiendo es la "penosa actitud de tomar diez locales donde venden hamburguesas".

"Castells no es un líder de masas, es un hombre marginal. Políticamente piensa de un modo que ya nadie piensa en la Argentina; es un hombre que reniega de la democracia", arremetió y ratificó la decisión oficial de no reprimir la protesta callejera.

Fernández insistió en que estas agrupaciones de desocupados "están buscando una víctima" y exhortó a no seguirles el juego.

Más conciliador, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, convocó a los sectores "duros" de desocupados a "trabajar juntos" al señalar que todos comparten "las mismas preocupaciones sociales".

En consonancia con lo expresado el miércoles por el presidente Kirchner, en cuanto a que el diálogo "nunca se cierra", Tomada dijo que las autoridades mantienen "una actitud que no es nueva, que tiene que ver con abrir canales de diálogo y de búsqueda de soluciones con las organizaciones que representan un reclamo legítimo, que todo el mundo conoce".

Por otra parte, el funcionario justificó su presencia y la de su colega de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, en el reciente congreso de piqueteros "blandos" realizado en Parque Norte al argumentar que el gobierno "siempre concurre a estas reuniones para dar el debate".

El titular de la cartera política consideró que se le dio demasiada trascendencia a la presencia de los dos funcionarios y la del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, a ese encuentro, lo que fue tomado como un aval al grupo representado por D'Elía.

Castells utilizó varios medios para denunciar el intento de soborno.