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 miércoles, 11 de febrero de 2004

Fuerte ofensiva para erradicar el comercio ilegal en los espacios públicos
El municipio sacó a los vendedores ambulantes del parque Independencia
Los puesteros fueron ayer a Control Urbano para pedir que se los deje trabajar. Reubicarán a los artesanos

Isolda Baraldi / La Capital

La Municipalidad quiere al parque Independencia libre de vendedores ambulantes. En los últimos días impidió a los puesteros del lugar que se instalaran durante el fin de semana. Claro que la decisión trajo cola y ayer los vendedores fueron a la Dirección de Control Urbano para pedir que se los deje trabajar en ese espacio verde. La directora de la repartición, Graciela Ciciliani, admitió que la medida implica una fuerte tensión de intereses pero recalcó que el municipio defiende al conjunto de la sociedad. "Hemos recibido muchísimas denuncias de personas que no pueden circular ni pasear por el parque por la gran cantidad de puestos que hay allí, en especial los domingos", aseguró. La funcionaria añadió que el municipio pretende reducir la economía ilegal que existe no sólo en el Independencia, sino en todos los espacios públicos.

Ayer los vendedores hicieron oír su voz y presentaron una serie de proyectos que apuntan a lograr habilitaciones para trabajar en la vía pública. "Queremos que se legalice, que se ordene de alguna manera. El que trabaja en la calle lo hace porque lo necesita", recalcó Jesús Lazzarín, representante de los comerciantes callejeros.

Lo cierto es que en el parque Independencia se ofrecía ropa interior, bijouterie, anteojos de sol, relojes, tortas, ropa de confección, juguetería, regalería y muebles, entre otros artículos.

"En los últimos meses esto parecía un mercado persa", describió el director del parque, Salomón Garbulsky. Más aún entre los propios vendedores reconocían ayer que algunos de sus pares estacionaban los vehículos sobre el césped o a mitad de las veredas, y así impedían el libre tránsito de la gente. "Son pocos, pero hay cosas que se hacen mal y eso no lo podemos permitir tampoco nosotros", admitió Lazzarín.

Ciciliani afirmó que se estudiarán los casos particulares y a la vez marcó una clara diferencia entre los vendedores ambulantes y los artesanos. "Hay algunos casos especiales, con los que se harán excepciones ya que son personas que tienen un único ingreso y que están enfermas", aseveró.

Además la funcionaria dijo que en el caso de los artesanos el municipio les ofrecerá que se sumen a las ferias existentes. "Hay gente que hace tortas, o ese tipo de productos que pueden trabajar en los sitios de los emprendedores artesanales", resaltó.

Pero también hubo una advertencia del municipio hacia los carritos de hamburguesas, pororeros y pancheros que están instalados en el parque Independencia. "Les dijimos que están funcionando de modo precario y que se hará un nuevo reempadronamiento para habilitarlos con los controles correspondientes. Eso será en una segunda etapa", aseveró Ciciliani.

Todavía quedaron en el Independencia algunos vendedores que están en las inmediaciones del parque de diversiones, sobre calle Oroño. "Primero se sacó a los que tenían sus puestos en las inmediaciones del Laguito y también en los alrededores del Rosedal", explicó Garbulsky. El funcionario agregó que en estos días se hará lo mismo con el resto de los puestos.


Guerra a la economía ilegal
El conflicto entre los vendedores ambulantes y el municipio se viene repitiendo en varios espacios públicos, sólo basta recordar los operativos que se realizaron en peatonal Córdoba y la plaza Pringles en diciembre pasado.

Mientras los vendedores ambulantes esgrimen que es la única forma que tienen de trabajar, el municipio sostiene que esta actividad está prohibida. "Estamos hablando de economía informal, de la venta en negro en los espacios públicos. Como Estado tenemos que reducirla al mínimo. Este es un negocio para algunos que se enriquecen, pero la mayoría queda en la marginalidad ya que trabaja toda la vida sin obra social y con bajísimos ingresos", apuntó Ciciliani.

La respuesta de los ambulantes no se hizo esperar. "Hace años que vivimos de esta actividad, muchas veces apenas ganamos para lograr reponer la mercadería. No podemos quedarnos sin trabajo, qué vamos a hacer", repitieron a coro ayer varios vendedores.

Así las cosas, mañana se hará una nueva reunión en Control Urbano para intentar zanjar el conflicto, pero mientras tanto el parque ahora está libre de vendedores ambulantes.

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En los puestos se vendían anteojos y relojes.

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