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 sábado, 10 de enero de 2004

Tensión. La Casa Rosada ratificó que se abstendrá de condenar a Cuba
Argentina y EEUU bajan el tono
La consejera Condoleezza Rice dijo que las diferencias no son obstáculo para admitir la importancia del país

La Argentina ratificó ayer que se abstendrá en la condena a Cuba que propone históricamente Estados Unidos, en tanto que la consejera de Seguridad estadounidense, Condoleezza Rice, dijo que "las diferencias de políticas" entre Buenos Aires y Washington "no deberían ser un obstáculo para reconocer que Argentina es importante".

A pocos días del encuentro entre el presidente Néstor Kirchner y su par de Estados Unidos, George W. Bush en el marco de la Cumbre de las Américas, en México, el gobierno argentino anticipó con cuatro meses de antelación que se abstendrá en la votación de Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, un tema de especial interés para el gobierno del país del norte.

La cuestión cubana fue motivo del reciente cruce de declaraciones entre funcionarios de ambos gobiernos, tras los dichos del subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Roger Noriega, quien expresó la decepción estadounidense por la política que la Argentina tiene con respecto al régimen de La Habana. Posición que el jueves fue respaldada por el secretario de Estado norteamericano, Collin Powell.

Sin embargo, en una ratificación de esa política, el gobierno reiteró que mantendrá su abstención en la próxima votación de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en abril próximo, según expresó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

"Hoy no hay ningún elemento que haga cambiar de opinión" al gobierno argentino sobre la postura abstencionista a la hora de la consideración de la situación de los derechos humanos en Cuba en el ámbito de las Naciones Unidas, admitió el funcionario, quien negó que el tema sea motivo de la reunión Kirchner-Bush.

"La Argentina se está absteniendo y no está aprobando o desaprobando nada, está absteniéndose", aseveró el funcionario, quien insistió en que "la posición que se adopte sobre Cuba sólo incumbe a Argentina, y no debe ser objeto de presión".

Así, el gobierno ratificó -a cuatro meses de la reunión de la comisión de Derechos Humanos-, que mantendrá el voto por la abstención que ya expresará el año pasado el gobierno del entonces presidente provisional Eduardo Duhalde, quien quebró más de diez años de voto condenatorio llevado adelante por los ex presidente Carlos Menem y Fernando de la Rúa. El pronunciamiento anticipado, era considerado ayer en Casa de Gobierno como un gesto para señalar que "el presidente no aceptará presiones de ningún tipo".

A pesar de la tensión alcanzada en las relaciones entre Buenos Aires y Washington, la consejera de Seguridad estadounidense dijo que "las diferencias de políticas" entre ambos países "no deberían ser un obstáculo para reconocer que Argentina es importante y ha salido de un pasado oscuro y ahora es una democracia".

"Tuvimos una buena reunión con Kirchner aquí y esperamos tener otra buena reunión" en la cumbre de Monterrey, dijo Rice en Washington, donde resaltó que la Argentina debe tomar "decisiones difíciles" respecto de la reestructuración de su deuda privada para poder recibir una ayuda adicional del FMI, por lo que no descartó que este tema sea tratado en Monterrey (ver página 12).

Anoche, Kirchner se hizo presente en el festival cordobés de Jesús María.

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Kirchner se apresta a iniciar un viaje que será clave para su gestión.

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