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 sábado, 10 de enero de 2004

Libia acordó una indemnización por un atentado aéreo en 1989

París. - Libia acordó indemnizar con un millón de dólares a las familias de cada una de las 170 víctimas de un atentado contra un avión de una aerolínea francesa en 1989, en un nuevo paso por reinsertarse en la comunidad internacional tras renunciar a su programa nuclear. El texto del acuerdo fue firmado por el director de la fundación Khaddafy, Abdu Salam, el vocero de las familias de las víctimas, Guillaume Denoix de Saint-Marc, y el abogado de la asociación SOS Atentados, Francis Szpiner. Un notario y un representante de un banco certificaron el primer cheque por 42,5 millones de dólares, mientras que las familias recibirán los tres pagos restantes en los próximos seis meses.

El acuerdo era considerado un paso clave en el proceso de normalización de las relaciones franco-libias y de reinserción del país norafricano en la comunidad internacional, tras años de aislamiento. Un total de 170 personas de 17 nacionalidades -54 de ellas francesas, además de africanos, estadounidenses, británicos e italianos-, murieron cuando un avión DC-10 perteneciente a la compañía aérea francesa UTA explotó en pleno vuelo sobre Níger, en el noroeste de Africa, en septiembre de 1989.

Francia condenó en ausencia a seis libios por el ataque en 1999, pero Trípoli nunca aceptó su responsabilidad por el hecho. Libia rechazó extraditar a los seis acusados, entre ellos un hermano del coronel Muamar Khaddafy, que siempre mantuvo su inocencia.


Mucho menor a Lockerbie
Pero la indemnización acordada es mucho menor a los 2.700 millones de dólares que Libia se comprometió a pagar a las familias de las 270 víctimas del atentado contra un avión de Pan Am que volaba sobre Lockerbie (Escocia) en 1988, luego de admitir su responsabilidad civil en este ataque. No obstante, Denoix de Saint-Marc defendió el acuerdo francés, por considerar que, dadas las retenciones impositivas y los honorarios legales, las familias de los muertos en Lockerbie no recibirán más de dos millones de dólares.

Ahora, sólo queda pendiente un arreglo para indemnizar a los familiares de las víctimas del atentado perpetrado en 1986 contra la discoteca La Belle en Berlín, que causó tres muertos y 231 heridos y cuya responsabilidad fue atribuida al servicio secreto libio.

Luego de reconocer su responsabilidad por el ataque de Lockerbie y de acordar el pago de indemnizaciones por ese caso y el de UTA, la ONU levantó el año pasado las sanciones contra el gobierno del presidente libio, condenado al ostracismo durante años. En diciembre pasado, Trípoli acordó con Estados Unidos y el Reino Unido renunciar al desarrollo de armas de destrucción masiva, lo que allanó su retorno a la comunidad internacional y a un eventual levantamiento del embargo económico norteamericano.

Sin embargo, Libia considera que debe ser compensada por renunciar a sus programas de armamento bioquímico y nuclear, por lo que reclamó a Estados Unidos el levantamiento de las sanciones, expresó recientemente el primer ministro libio, Shukri Mohamed Ghanim.

En una entrevista publicada por The New York Times, Ghanim explicó que su país espera ser recompensado por estar dispuesto a permitir las inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea) y por el desmantelamiento de sus programas de armas de exterminio. (AFP y DPA)

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