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 sábado, 10 de enero de 2004

El caníbal de Alemania quería hallar una novia para casarse

Armin Meiwes, el caníbal alemán que mató, descuartizó y comió parte del cuerpo de un ingeniero berlinés en 2001, buscaba no sólo víctimas, sino también una novia para casarse, según testimonios de dos mujeres que declararon ante el tribunal de Kassel que juzga el escalofriante caso.

Las testigos describieron a Meiwes, de 42 años, como un hombre afable, servicial, que quería mucho a los niños y que anhelaba formar una familia. Sin embargo, los intentos del hombre por establecer relación estable de pareja con las dos mujeres no prosperaron.

Una de ellas, de 39 años, declaró que había rechazado la relación cuando Meiwes le informó de sus inclinaciones homosexuales. "Me daba una impresión muy infantil cuando jugaba con los niños, él mismo era como un niño", dijo la testigo. "Me di cuenta de que él se sentía bien con nosotros en familia".

Según el acusado, la relación no prosperó, porque la mujer no podía tener más hijos. También una vecina de la mujer indicó que Meiwes se había mostrado interesado en ella. Le había manifestado su deseo de casarse y de tener hijos. "Armin es una persona muy sentimental y muy sensible", dijo la testigo.

Meiwes era muy apreciado entre los vecinos de la aldea de Wuestefeld, en el idílico valle de Fulda, habitada por unos 30 pobladores, y cercana a su casa de Rotenburgo. "Participaba en la vida familiar y cuidaba de los niños", agregó la mujer.

El caníbal se sentaba a tomar café o ver televisión junto con los vecinos y estaba siempre a disposición cuando necesitaban ayuda. Nadie llegó a ver el "matadero" que había montado Meiwes en su casa ni las fotos de actos violentos que tenía almacenadas en su computadora. Sólo sobre sus inclinaciones homosexuales se murmuraba en el pueblo.

En su niñez Meiwes era un chico normal, expresó uno de sus dos medios hermanos en un protocolo de interrogatorio leído ante la corte. El hombre, de 48 años, declinó sin embargo prestar testimonio personalmente en el tribunal.

"Era un tipo normal, de vez en cuando se peleaba con otros niños". Pero Meiwes nunca habló de canibalismo, dijo su medio hermano, quien agregó que quedó consternado cuando se enteró del hecho.

El padre de Armin Meiwes debía comparecer ayer ante la corte, pero no pudo acudir a la cita por enfermedad. El acusado se mostró enfadado cuando una de las testigos que negó ante el tribunal haber tenido relaciones íntimas con Meiwes.


"Cuando estoy solo soy una miseria"
En una carta a otra vecina leída ante los magistrados, el acusado declaró que le parecía atroz el alboroto que se había generado en torno a su persona y el afán de sensacionalismo del público. Meiwes expresó que le resultaba penoso haber dicho a la gente tantas palabras duras. "Cuando estoy solo soy una miseria", añadió.

Meiwes mantuvo relaciones homosexuales con el ingeniero berlinés Bernd Juergen Brandes, de 43 años, a quien conoció por Internet. Este le pidió al caníbal que le cortara el pene para asarlo y comerlo juntos y después lo matara. Tras degollar y descuartizar a Brandes, Meiwes ingirió otras partes anatómicas del ingeniero y guardó el resto en el congelador para su posterior ingestión. El macabro acto quedó íntegramente grabado en varios casettes de vídeo casero. (AFP)

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