Año CXXXVII Nº 48262
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Educación
Campo
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Salud 07/01
Autos 07/01
Turismo 04/01
Mujer 04/01
Señales 04/01


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 10 de enero de 2004

La tragedia ocurrió en el hogar de Mitre al 1000, que tiene 64 internados
Una anciana murió al incendiarse una habitación de un geriátrico céntrico
Las llamas alcanzaron la cama donde descansaba la mujer, de 92 años. Hay otras dos abuelas internadas

Una anciana de 92 años murió en la madrugada de ayer a raíz de un incendio que se produjo en el dormitorio del geriátrico donde vivía. Otras dos abuelas que compartían la habitación fueron internadas en Pami II, ambas con principio de asfixia y una de ellas con quemaduras en el hombro. "Fue una desgracia, estamos todos consternados, un accidente fatal", dijo Alicia Gallino, la dueña del geriátrico Santa Ana SA, de Mitre 1056.

Los 64 abuelos internados dormían ayer tranquilamente cuando a las 4.15 las enfermeras del horario de la noche percibieron un fuerte olor a quemado y una gran humareda en el primer piso del edificio. Comenzaron a recorrer las instalaciones y en la habitación número seis se encontraron con un incendio cuyas llamaradas habían tomado la cama en la que descansaba Bernardela Zapata Alegre.

Rápidamente apagaron el fuego con los extinguidores, pero la mujer ya había perdido la vida producto de un "shock neurogénico por quemaduras extensas", tal cual se desprendió de su autopsia. Es decir que como consecuencia del dolor por las quemaduras, su cuerpo no pudo mantener sus funciones vitales.

A los pocos minutos llegaron el Comando Radioeléctrico y los Bomberos Zapadores, quienes rescataron a Dominga Derita (91 años) y María Miguela Pichiccela (86), quienes fueron derivadas al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez.

El sumario quedó a cargo de la Comisaría 2ª y la causa recayó en el Juzgado de Instrucción de 9ª Nominación. Los bomberos están realizando los peritajes, y se estima que en los primeros días de la semana próxima se podrá determinar el origen del incendio.

En los primeros informes policiales se habla de un cortocicuito que se habría producido en la lámpara ubicada detrás de la cama de Zapata. Pero no descartan que la falla se haya producido en un turbo ventilador instalado en un pequeña mesa, también al lado de la cama.

"Escuché que alguien decía «ay...ay..», y después mucho ruido, como de puertas y esas cosas", comentó ayer a La Capital Elena Soto, de 81, quien reside en el geriátrico desde hace dos años.

Víctor (62), que vive en el lugar con dos hermanas, aseguró que no se asustó cuando lo despertaron y lo bajaron a la planta baja. "Estaba durmiendo, me avisaron las enfermeras y vine para acá (señalando el hall de entrada), pero no me asusté", aseveró el hombre.

Fue una hora de desesperación y de confusión para los ancianos y empleados que no terminaban de entender qué estaba pasando. La tragedia no tuvo consecuencias aún más trágicas gracias a que el incendio quedó acotado a una habitación.

"No tengo palabras para agradecer a la policía y a los bomberos, además de todo el personal que inmediatamente respondió y logró contener a los abuelos", aseveró la dueña del geriátrico.

La anciana que falleció tenía dificultades para movilizarse sin ayuda, por lo que se supone que no pudo reaccionar ni huir cuando se incendió su cama. Las otras dos abuelas estaban en la misma situación, pero pudieron ser rescatadas y están fuera de peligro. Ayer al mediodía fueron derivadas a Pami II, donde quedaron internadas para control.

Lo cierto es que no hubo necesidad de evacuar el edificio y a media mañana de ayer los abuelos intentaban retomar la vida cotidiana dentro del geriátrico. Ida Malpasi, de 86 años, resaltó la buena atención que recibe en el lugar. "Hace como dos años que estoy acá y siempre me atienden bien, la comida es buena", comentó.

"No sé qué decir, todavía estoy temblando", dijo una mujer con un familiar internado en el lugar, y corrió a verlo a su habitación. Mientras, que el delegado local de Pami, Martín Mansilla, subrayó que la mayoría de las personas que alberga el geriátrico pertenecen a esa obra social. "De hecho, antes de terminar el año se hicieron auditorías en todos los establecimientos y las cosas estaban en regla", aseveró el funcionario.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
La dueña del geriátrico contempla el destrozo.

Notas Relacionadas
El lugar estaba habilitado


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados