|
domingo,
28 de
octubre de
2007 |
“No podía creer lo que veía”
“Cuando abrí la puerta se me cayó la pera al piso. No podía creer lo que veía, porque en esa habitación destruida suele estar mi hermana trabajando o descansando y mi hijo mirando televisión”, relató Matías, el dueño de una las casas afectadas por la caída de la antena de Telecom.
El joven relató que venía por Córdoba y Cafferata con su hijo de seis años y se refugió de la tormenta en una estación de servicios. Y cuando ingresó al pasillo encontró a su vecina golpeando la puerta. “Le dije que no había nadie y me contestó que mejor porque se había caído la antena de la esquina”, relató Matías.
Mientras tanto, María Fernanda Reynoso, otra de las damnificadas, estaba en busca de sus mascotas. “El gato no aparece. Quizás se fue del susto, o lo peor es que esté debajo de los escombros”, dijo la mujer sin poder ocultar la angustia.
enviar nota por e-mail
|
|
|