Temor en la Policía Bonaerense por la cruel matanza

“Los que quedamos nos sentimos mal”, señaló uno de los compañeros de los policías ejecutados en La Plata, mientras eran inhumados los restos de uno de los efectivo. El colega aseguró: “Los policías tenemos miedo”.

   “No podemos poner a un verdulero a atender una carnicería”, dijo en referencia a las autoridades a cargo de la seguridad en la provincia de Buenos Aires.

   El grado de indefensión manifestado por los profesionales de las fuerzas de seguridad bonaerense se sumó a la falta de certidumbre sobre los móviles de los crímenes.

   “No creo que sea una interna policial. No conozco eso”, subrayó el policía que fue a despedir a sus compañeros masacrados.

   La investigación de los peritos forenses y de la propia Policía Bonaerense apunta a que fue un solo asesino el que perpetró la masacre de tres efectivos policiales en La Plata, aunque no se descarta que haya contado con la participación de cómplices para reducir a las víctimas.

   Asimismo, las pericias determinaron que a los tres efectivos se los mató a puñaladas con un cuchillo de carnicero y que recién después del ataque, fueron rematados a balazos.

   Según los investigadores, los asesinatos tienen “implicancias tumberas”. Es decir, que la utilización de instrumentos semejantes a las “facas” o armas blancas de fabricación casera, lleva a una línea de investigación en dirección a que los autores materiales son ex presidiarios o delincuentes marginales.

   Los hombres masacrados fueron identificados como el sargento Pedro Germán Díaz, de 45 años, y los oficiales Ricardo Torres Barbosa, de 26, y Alejandro Rubén Vatalaro, de 27.

   Los tres policías asesinados se encontraban destinados en la Superintendencia de Comunicaciones de la Policía Bonaerense.

   Los dos oficiales habían egresado de la academia Juan Vucetich en enero de este año.