El ala dura ocupó un cargo clave en el Irán de Ahmadineyad

El presidente echó al principal negociador nuclear y puso a un hombre de su círculo

Teherán. — El principal negociador nuclear de Irán, Alí Larijani, renunció a su cargo a pocos días de una ronda de reuniones claves sobre el tema. La renuncia del pragmático Larijani es una victoria del presidente radical Mahmud Ahmadineyad, que podría endurecer aún más la posición iraní en las negociaciones sobre su temido plan nuclear.

   El vocero oficial, Gholam Hossein Elham, no dio motivos específicos de la renuncia, que entró en efecto de manera inmediata, pero dijo que Larijani había mencionado su deseo de concentrarse en “otras actividades políticas. Larijani había renunciado varias veces. Finalmente, el presidente aceptó su renuncia”, aseguró Elham. Agregó que Saeed Jalili, vicecanciller para asuntos de Europa y Estados Unidos, sucede a Larijani.

   Larijani mantuvo en muchas ocasiones una posición intransigente sobre el enfrentamiento por la cuestión nuclear entre Irán y Occidente. Pese a esto, era considerado, por comparación con Ahmadineyad, un moderado dentro del régimen teocrático iraní. Dio la impresión de estar más inclinado por una solución diplomática en torno al programa nuclear de Irán.

   La renuncia de Larijani fue interpretada por todo esto como la concesión de plena libertad a Ahmadineyad para dictar sus opiniones a Jalili, menos experimentado que su predecesor.

   Estados Unidos, pero también las naciones europeas y varias árabes, acusan a Irán de tratar de construir un arma nuclear. Teherán niega la acusación, y señala que su programa es pacífico y sólo busca generar electricidad. Irán se ha negado a ceder a las exigencias de las Naciones Unidas de detener la producción de uranio enriquecido.

Con Solana. Elham enfatizó que la política nuclear de Irán no cambiaría por la renuncia de Larijani y así se realizará el encuentro con Javier Solana, jefe de política exterior de la Unión Europea, previsto para el martes en Roma.

   Larijani era considerado una figura fiable dentro del gobierno de Irán. Reemplazó al antiguo negociador Hasan Rowhani, otro moderado, después de que Mahmud Ahmadineyad fue elegido presidente en las polémicas elecciones de 2005. Sin embargo, algunas discrepancias entre Larijani y Ahmadinejad habían trascendido recientemente.

   La ausencia de Larijani durante la reunión de la semana anterior entre el presidente ruso Vladimir Putin y el líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, causó sorpresa en los círculos políticos de Irán.

   El ex embajador estadounidense en las Naciones Unidas, John Bolton, dijo que la renuncia de Larijani es “una clara victoria de Ahmadineyad” e indica que “el liderazgo iraní está decidido a continuar con el programa nuclear”, incluyendo el enriquecimiento de uranio. Bolton indicó que el conflicto entre Larijani y Ahmadineyad es “parte de una lucha por el poder más amplia que se desarrollará tras la muerte (del líder supremo iraní, el ayatola Alí) Jamenei”, un anciano cuyo cargo es vitalicio.

   El caso “tiene que ver más con las personalidades y la política interna, pero Ahmadmineyad considera a Larijani una persona con una perspectiva diferente en las negociaciones” nucleares, dijo Bolton, y sugirió que Larijani era un funcionario más moderado.

El desplazado Larijani no coincidía con Ahmadineyad.