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domingo,
21 de
octubre de
2007 |
Para la Iglesia la iniciativa es “moralmente inaceptable”
Caracas. — La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) calificó como “moralmente inaceptable ante la doctrina social de la Iglesia Católica” la reforma constitucional impulsada por el presidente Hugo Chávez, por considerar que “limita la libertad de los venezolanos e incrementa el poder del Estado”.
Luego de tres días de deliberaciones los obispos rechazaron la modificación de la Carta Magna, al señalar que la “implantación de un Estado socialista implica el cese del pluralismo y de la libertad política y de conciencia” de los ciudadanos. Horas después de divulgada la posición de los obispos, el gobierno respondió que la reforma es “cristiana y bolivariana”.
La CEV, en un documento titulado “Llamados a vivir en libertad”, leído por el arzobispo Diego Padrón, advirtió que el texto constitucional no puede ser la “consagración de ideas de un partido político”. Alertó que la reforma constitucional le permite al gobierno el control de muchos espacios de la vida ciudadana y “modificaría la estructura fundamental del Estado democrático”.
Poder coercitivo. Expresó preocupación por la reelección continua del presidente, lo que le otorgará un amplísimo poder que le permitiría disponer por vía constitucional de las instituciones, propiedades y recursos de los ciudadanos. Los obispos también señalan que algunos artículos condicionan la participación del pueblo y sus actividades al establecimiento del socialismo, coartando otras posiciones doctrinarias.
“Un modelo de Estado socialista, marxista, leninista, estatista, es contrario al pensamiento del libertador Simón Bolívar y también contrario a la naturaleza del ser humano y la visión cristiana del hombre. El Estado y su gobierno se convierten en opresores de la persona y la sociedad, coartan la libertad personal y la expresión religiosa”, señalaron los obispos.
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