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domingo,
21 de
octubre de
2007 |
“Siempre intuí que mi historia no cerraba”
Nora (61) opta por no revelar su apellido ni quiere que le tomen fotos. Fue llevada a la Casa Cuna de Santa Fe el 18 de enero de 1946, a las 15.30. Tenía 24 días y figura en el libro de inscriptos como Marta Gloria. El 26 de abril de ese año fue entregada a su familia adoptiva.
Siempre intuyó que era adoptada. “Lo supe porque mis padres eran grandes y era hija única”, dice, pero admite que nunca tuvo la certeza. Cuando tenía 12 años, un compañero de escuela se lo dijo en medio de una discusión. La mujer calló durante años. Pensó que si sus padres no se lo habían revelado era lo mejor y ambos murieron sin saber que ella lo sabía.
“Tuve unos padres extraordinarios que me dieron todo el amor del mundo”, reconoce la mujer que empezó a hablar del tema cuando ellos fallecieron.
Ahora se conectó con otras mujeres en su misma situación. Conoció que había sido llevada al hogar santafesino y que allí la adoptaron. “No me querían entregar porque tenía eccemas en todo el cuerpo, pero mi mamá adoptiva dijo que con los ojitos yo la había elegido”, asegura hoy quien ya es madre de tres hijos.
Quiere conocer quién fue su madre biológica. “No voy a reclamar ni a juzgar las decisiones tomadas, sólo quisiera conocerla”, afirma.
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