|
viernes,
28 de
septiembre de
2007 |
La soja ya superó los 800 pesos y no deja de batir récords históricos
La demanda internacional y la devaluación del dólar influyen. Crecería el área a sembrar
El precio de la soja volvió a perforar un techo psicológico ayer en el mercado disponible local, al cotizar por encima de los 800 pesos por tonelada. Y los analistas vaticinan que se vienen al menos dos meses “calientes” en el mercado. La fortaleza de la demanda, el arrastre de las fuertes subas del trigo, la devaluación del dólar en el mundo y las especulaciones sobre el futuro de la cosecha en Sudamérica explican el fenómeno. En el plano interno, el acelerado procesamiento de las fábricas luego de salir de las restricciones energéticas y la agresividad de la exportación, ponen lo suyo.
A menos de un mes de superar los 700 pesos, un precio que no se alcanzaba desde la campaña 2003/2004, ahora la oleaginosa perforó el techo de los 800 pesos. Si esta cotización se dolariza y no se descuentan las retenciones del 27,5%, el precio está en el orden de los 354 dólares por tonelada, también por encima del récord del año 97.
En el medio, en el mercado de Chicago, la principal referencia internacional, la oleaginosa superó otra marca “soñada”: los mil centavos por bushel (la unidad de medida que se utiliza en el país del Norte). “Si Chicago se mantiene por unos días así creo que vamos a ver los 390 dólares que se marcaron en 2004”, señaló Fernando Botta, titular de la corredora Agrobrokers. Con esta referencia, advirtió que “pese a que en pesos el precio parece carísimo, en términos internacionales la soja argentina todavía está barata”.
Esto agrega potencial de suba, al menos en el corto plazo. Flavia Rossi, analista de Fyo.com, explicó el momento de la oleaginosa en diferentes factores. En primer lugar, en Chicago el trigo también opera en sus máximos por la caída de los stocks. Así, la porción del cereal que se utilizaba para forraje es sustituida por harina de soja. En el mundo hay dos grandes productores de soja: Sudamérica (Argentina, Brasil y Paraguay fundamentalmente) y Estados Unidos. En el Norte, donde la cosecha de soja comienza en un mes, este año se sembró menos para cultivar maíz y venderlo para etanol ). De cara a la próxima campaña, la oleaginosa también deberá pelear con el trigo, que en zonas de EEUU se cultivan en simultáneo.
Como la demanda de soja y derivados también está a full, por el crecimiento económico y los biocombustibles, la esperanza por el lado de la oferta es la siembra que se inicia en Sudamérica. “Para Brasil y Paraguay los pronósticos no son alentadores”, señaló Botta.
“Los precios en Chicago suben porque se necesita que Argentina y Brasil siembren soja”, sintetizó Rossi, quien opinó que el desajuste en el mercado de granos es serio: hay demanda y no alcanza el producto. Prueba de ello, “Europa bajó los aranceles de importación de cereales y se exceptuó a los productores de reservar parte de los campos como reserva ambiental”, explicó. La devaluación del dólar fogonea esta situación. A pesar de estos precios, como los compradores tienen moneda dura, la mercadería resulta barata.
Cómo termina esta carrera, es otra historia. Botta, quien sostiene que los precios dieron un salto cualitativo similar al del año 73 (crisis del petróleo), teme que la historia termine igual. “El riesgo es que la inflación mundial provoque la suba de las tasas y finalmente se termine en otra recesión”, advirtió.
Por ahora, los precios vuelan. Rossi pronosticó dos meses calientes en la plaza local. Las fábricas y la exportación vienen con un ritmo acelerado de compras. De una cosecha de 47,5 millones de toneladas, quedan 7 millones sin vender. “A este ritmo, se van a sacar los ojos”, completó. l
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Tanto las fábricas, luego de la crisis energética, como las exportadoras de porotos de soja están muy activas en la compra de la oleaginosa. Los analistas esperan tiempos calientes en el mercado.
|
|
|