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viernes,
28 de
septiembre de
2007 |
Un cultivo con fuerte impacto
El nuevo escalón de los precios de la soja incidirá en un aumento del área sembrada con la oleaginosa en Argentina durante la próxima campaña, que se inicia en poco tiempo más. Distintas estimaciones privadas dan cuenta de que esta superficie crecerá al menos un 5% respecto de las 16,1 millones de hectáreas implantadas en la última campaña.
Aunque todos los granos gruesos gozan de buenos precios, a favor de la oleaginosa juegan los menores costos de producción, en un contexto de inflación, con tipo de cambio diferenciado (el dólar es más alto para importar insumos que para cobrar el producto) y de escasez de insumos.
Es que el actual récord de precios se registra en un contexto diferente al de, por ejemplo, el ciclo 2003/2004.
El grano tiene 5 puntos más de retenciones y la inflación local es mayor. Por eso, aunque en lo inmediato el efecto de mayor liquidez en la plaza local sirvió para neutralizar el efecto que tuvo la suba de la tasa de interés en la venta de maquinaria agrícola, lo cierto es que ahora los precios “rinden menos”.
El otro factor que juega a favor de la siembra de soja es que, como no incide en la canasta de alimentos, su exportación puede estar sujeta a aumento de retenciones pero no al cierre de mercados, com ocurre con el trigo y el maíz.
De hecho, ayer la Secretaría de Agricultura informó nuevos precios FOB (sobre los que se calculan las retenciones) para el poroto (378 la tonelada), el aceite (867) y la harina (283).
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