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miércoles,
12 de
septiembre de
2007 |
Boca pegó al principio y al final y dejó en el camino a Olimpo
Buenos Aires.- Boca Juniors produjo esta tarde una actuación poco convincente pero le alcanzó para superar con amplitud a un famélico Olimpo, al que venció por 2-0 para situarse de nuevo en la punta del torneo Apertura, que ahora comparte junto a Independiente.
Un gol de Rodrigo Palacio en el inicio del encuentro y un penal de Martín Palermo al final marcaron la diferencia en un partido que el equipo de Miguel Angel Russo empezó como para golear pero se desdibujó rápidamente, aunque su victoria nunca estuvo en peligro, dada la debilidad expuesta por su rival.
La aparición de Leandro Gracián como titular no entregó los resultados esperados y lo mejor del equipo local fue la seguridad de sus zagueros centrales, Maidana y Paletta, la vitalidad de Jesús Dátolo para moverse por izquierda y unas cuantas apariciones de Palacio, que le sobraron para erigirse en el delantero más peligroso de la cancha.
Boca jugó 15 minutos a todo ritmo y amenazó con dejar resuelto el partido en ese breve lapso. La pelota era de su exclusiva propiedad, Palacio resultaba incontenible y la defensa de Olimpo no hacía pie.
A los 6' Gracián ejecutó un corner desde la derecha, Ledesma remató a la carrera y Araujo salvó en la línea. Dos minutos más tarde llegó la apertura cuando un centro de Ibarra fue tomado del otro lado por Palacio, después que Palermo desconcertara a Paez agachándose, y Palacio llegó por detrás para vencer a Navarro Montoya.
Sobre los 12' Palacio se escapó solo por izquierda y debió haber definido, pero se pasó de generoso y su cesión a Palermo se le fue muy larga.
Pasado el primer cuarto de hora, el equipo local literalmente se paró. Ya no volvió a encontrar el funcionamiento anterior y permitió que Olimpo poseyera la pelota y se adelantara en el terreno.
A los 22' Pinto sacó de la cancha Banega (reemplazado por Battaglia) con un planchazo descalificador que sin embargo al árbitro Sergio Pezzotta no le pareció siquiera merecedor de amonestación.
Pero Boca siguió mandando ante la orfandad de ideas de los bahienses, que permitió que la última línea local soportara el desarrollo sin mayores zozobras para Mauricio Caranta.
La excepción se produjo a los 31' cuando Carlos Araujo escapó entre tres rivales y desde fuera del área sacó un derechazo apenas desviado sobre el ángulo superior izquierdo.
El segundo tiempo, jugado en gran parte bajo una intensa lluvia que dificultó el traslado del balón, no tuvo brillo, aunque dentro de ese panorama la superioridad de Boca fue clara.
El local se acercó al gol en el inicio de la etapa, pero Gracián definió mal de frente al arco. hubo que esperar entonces al último cuarto de hora, cuando Boca aceleró levemente.
Ese tenue repunte fue suficiente para hacer crecer la figura de Carlos Navarro Montoya, quien se lució ante Palacio a los 32', ante Battaglia a los 33' y otra vez ante Palacio a los 34' y 39'.
Faltando cinco minutos Palermo habilitó a Palacio, quien dentro del área intentó eludir a Navarro Montoya y en una jugada para nada clara Pezzotta sancionó penal de Diego Barrado, que cargó por detrás del delantero. Ejecutó Palermo y estableció el 2-0 final.
En definitiva lo de Boca no superó el tono de lo discreto, pero fue el único equipo que hubo en la cancha. Olimpo, que en el segundo tiempo recién llegó al área rival sobre los 41 minutos, dejó una imagen pálida y sigue sin siquiera amagar con salir del fondo de la tabla de promedios del descenso. (DyN)
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