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miércoles,
12 de
septiembre de
2007 |
El regreso de un cacique
El Kily González retornó al césped del Gigante
Entre los varios ingredientes que tuvo el encuentro de ayer, el más saliente sin dudas fue el retorno de Christian González al equipo. Es más, el Kily había jugado su último partido en el Gigante y también ante Gimnasia de Jujuy en lo que fue el último triunfo canalla (ver página 4). Seguramente, si el presente de Central fuera otro, al volante lo hubieran esperado un poco más, pero las urgencias llevaron al técnico Carlos Ischia, no sólo a concentrarlo, sino a incluirlo en el banco y hasta mandarlo a la cancha desde el primer minuto del segundo tiempo.
Su aparición en el Gigante pasó un tanto desapercibida para los hinchas, aunque todo cambió cuando el equipo ingresó para disputar el segundo tiempo. Allí sí el Kily (reemplazó a Damián Díaz) recibió el reconocimiento de la gente, el que fue debidamente retribuido por parte del volante.
Ya durante la semana Ischia había mencionado que la idea de concentrarlo respondía no sólo por su capacidad futbolística, sino a la importancia de su presencia para el grupo, integrado mayoritariamente por jugadores jóvenes. Se suponía que ante la más mínima adversidad el DT podía optar por él y bastaron que transcurrieran 45 minutos para que sucediera.
Los pocos días que lleva trabajando con el plantel (antes entrenó por su cuenta) no lo mostraron muy lejos del resto. Indudablemente desde lo futbolístico aún le falta, pero al menos ayer intentó suplir esa deficiencia con despliegue. Se ubicó como doble cinco, junto a Leonardo Borzani, y después del ingreso de Mariano Messera sí pasó a ocupar su función original de volante por izquierda.
Futbolísticamente tiene mucho para dar, aunque eso lo irá logrando con el correr de los partidos. Por lo pronto, ayer demostró que sigue siendo el más enérgico, el que más habla y ordena. Atributos que hoy no merecen ser despreciados. l
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