Un amargo adiós al actor dramático Alberto Argibay

Recordado por “Andrea Celeste”, el intérprete hacía 20 años que había dejado de trabajar

El actor Alberto Argibay falleció anteayer en Buenos Aires, a los 75 años, y sus restos fueron cremados ayer, sin que sus familiares dieran precisiones. Según la Asociación Argentina de Actores, el intérprete nacido en la provincia de Santa Cruz en 1932, largamente alejado de los escenarios y las cámaras, murió alrededor de las 15 de anteayer, sin que se revelara la causa del deceso.

   El actor asomó al cine nacional en 1958 con “Isla brava”, de Mario Soffici, donde se impuso por su estampa varonil no exenta de sensibilidad, título al que agregó “He nacido en Buenos Aires”, “Dos tipos con suerte” y “La patota” (1960), de Daniel Tinayre.

   Fue un rostro reconocible de la llamada Generación del 60 y se lo pudo ver en plena forma en “Tres veces Ana”, de David José Kohon, y “Alias Gardelito”, de Lautaro Murúa, las dos del 61, y “Los jóvenes viejos” y “Los inconstantes”, ambas de Rodolfo Khun y del año siguiente.

   La TV amplió su popularidad cuando acompañó a Irma Roy en “Simplemente María” y estuvo junto a Narciso Ibáñez Menta en las miniseries “El monstruo no ha muerto” y “El hombre que volvió de la muerte”, cuya remake se estrenará hoy a las 22 por Canal 13. En ese envío compartió el elenco con muchas de las más destacadas figuras de aquel momento como Eduardo Rudy, Fernanda Mistral, Oscar Ferrigno y Susana Campos.

   También junto a Ibáñez Menta participó en “El sátiro”, otro envío de Canal 9, que contó con libro de Osvaldo Dragún. En 1964, el mismo canal lanzaba “Historia de amor”, donde compartió el rol de protagonista junto a Fernanda Mistral, en un rol de galán que lo acompañaría largo tiempo.

   Su carrera en la pantalla chica agregó títulos como “Alguien como vos”, “Alta comedia”, “Andrea Celeste”, “Cuando es culpable el amor” y “Coraje mamá”, aunque el cine ya no lo atendió como antes, con la excepción de “¿Qué es el otoño?”, de Kohon, en el 77. En la telenovela “Andrea Celeste”, que protagonizaba Andrea del Boca, encarnó a Don Eduardo, el hombre severo pero de sentimientos nobles que rescata a la niña de un orfanato y le abre las puertas de su casa y de su familia.

   La mirada triste de su personaje, clave en el el desarrollo dramático de la historia, hizo que se ganara el corazón de los espectadores que día a día seguían la historia que, escrita por Abel Santa Cruz, logró un suceso resonante.

   Sus últimas apariciones fueron en 1985 en “Las barras bravas”, de Enrique Carreras, y en 1986, en “Las lobas”, de Aníbal Di Salvo; ese mismo año fue internado en el Hospital Italiano tras haber sufrido un derrame cerebral y desde entonces poco se supo de él, sumido en una profunda depresión y ya lejos de la popularidad. l

La mirada triste, unida a su perfil varonil, fue clave en la aceptación que tuvo su labor tanto en cine como en televisión.