Pasión y color salaítos

Marco acorde a las circunstancias. Todo el alambrado perimetral estuvo decorado con las banderas que representan el sentimiento del barrio Sarmiento. Algarabía general. Felicidad absoluta. Todo era fiesta en el José Martín Olaeta, que parecía estar a punto de estallar en cualquier momento. La lluvia blanca interminable de papelitos, sumado al coro que bajaba de la popular anfitriona acompañada con la música contagiosa de los bombos y redoblantes le dieron una puesta en escena impactante. Como ameritaba la ocasión.

  Desde temprano comenzó a poblarse el Olaeta. Poco a poco el cemento fue tapado por los cientos de salaítos que desafiaron el intenso frío para brindarle calor a los muchachos de Jorge Díaz. Esos mismos que están muy cerca de meterse en la historia grande del club.

  Muchos trapos por parte de ambos bandos. Rojo pasión por el lado de Defensores de Cambaceres, donde sus fieles desplegaron una gran bandera que cubría casi toda la popu visitante. Y colores patrios, prolijamente distribuidos, en la mayoría del Olaeta.

  La gran familia del sala se dio cita en su templo para presenciar uno de los momentos más felices a nivel deportivo. Pero también hubo mucha gente vinculada al fútbol, que defiende o simpatiza más con otras divisas, que no dudaron en brindarle su aliento a Argentino. En definitiva, los futboleros de ley se dieron cita en barrio Sarmiento.