Griselda Tessio: "Ya es hora de que cambiemos el signo político de Santa Fe"

Javier Felcaro / La Capital

"Ya es hora de que cambiemos el signo político de Santa Fe". La frase, con impronta de eslogan de campaña sintetizó el diagnóstico de la candidata a vicegobernadora del Frente Progresista, Griselda Tessio, acerca de las sucesivas administraciones justicialistas en la provincia.

-¿Cómo tomó el revuelo que generó su nominación?

-Hay dos niveles de registro. El primero pasa por los tiempos de maduración de la aceptación del ofrecimiento que, inicialmente, me hizo un amplio sector de la UCR y, después, directamente (Hermes) Binner. No fue fácil abandonar la Justicia luego de tantos años de trabajo. En el segundo están las cuestiones internas en el marco de la polémica desatada con un sector bastante mayoritario del radicalismo en el que hay consenso, no sólo con mi nombre sino con la construcción del Frente. Desde entonces se dieron varias crisis de las que me mantuve al margen porque pertenecen a la interna de un partido.

-Se habló de una candidatura digitada por Binner.

-En una república democrática la gente puede pensar lo que quiera y expresar sus ideas a su modo. Esas cuestiones alrededor de mi nombre son de parte de los grupos que no están conformes, más con el Frente que con el apellido Tessio, según conjeturo.

-También se dijo que el Frente estaba en terapia.

-No, para nada. Además, no me gustan las metáforas biologistas. Me remiten al positivismo del siglo XIX. En general, los procesos sociales son históricos, no biológicos.

-¿La coalición puede seguir adelante sin una porción del radicalismo?

-Creo que sí. Aunque sería lamentable, porque lo que hay que hacer es sumar.

-¿La sorprendieron las críticas de algunos querellantes en las causas por los crímenes de la dictadura?

-Me sorprendieron con pesar porque con el equipo que logré constituir en Rosario trabajamos de una manera muy intensa. Las personas, desde la subjetividad, pueden emitir sus opiniones y conclusiones siempre y cuando no agravien ni sean injuriosas. No contesté ni voy a farandulizar una cuestión que muchas veces se habla desde el dolor, pero no se puede decir que las causas están abandonas, sería un escándalo jurídico. A los pocos días de mi renuncia la Procuración ya tenía el nombre del reemplazante (Ricardo Vázquez).

-Tal vez el resquemor apunte a la desconfianza al campo político.

-Sumarse al campo de la política no es malo cuando uno tiene un compromiso de vida. Es válido pensar que pasar del Poder Judicial al espacio público implica más derechos humanos para todos. Porque también se violan cuando no hay trabajo digno, vivienda o educación para todos.

-¿Cuál es su balance sobre las administraciones del PJ en Santa Fe?

-Se agotaron las ideas para zanjar los problemas acuciantes. Los gobiernos justicialistas no dan una discusión de criterios. Alguien podrá decir que muchas de las fuerzas políticas actuales no la otorgan, pero el Frente está tratando de hacerlo. Además, casi 30 años de un gobierno del mismo partido no es bueno para la democracia: se cristalizan las formas de ejecutar la política, se rutinizan las prácticas de las instituciones y se construye un clientelismo que es muy malo. Ya es hora de que cambiemos el signo político de Santa Fe.

La ex fiscal federal.