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miércoles,
27 de
diciembre de
2006 |
Una familia viaja a Angola en una misión humanitaria
Es un matrimonio con sus
tres hijos que ofrecerán, a
partir de febrero, en el país
africano diferentes servicios
"Nuestras expectativas giran en torno a poder vivir esto como un servicio al pueblo, poder aportar lo nuestro para la concreción de un mundo mejor y aprender en la diversidad", así resumió Martín Beas las esperanzas que le generan, tanto a él como a su familia, el hecho de viajar a Angola como misionero el año próximo.
Si no surge ningún inconveniente Martín y su esposa Daniela viajarán a Africa en febrero de 2007 junto a sus tres hijos (el mayor de 9 años y la menor de 3). El viaje se concretará después de 15 años que ambos llevan adelante su acción como misioneros junto a la Iglesia Católica en Rosario y en otros países.
"Nos vamos a Angola porque surgió esta invitación concreta. Igualmente estábamos abiertos a cualquier otro lugar. Por alguna u otra razón ya habíamos rechazado la propuesta un par de veces, pero sentimos que esta vez era el momento", señaló Beas, quien además agregó que ser misioneros para ellos es entender que se puede lograr un mundo mejor estando con la gente, compartiendo, escuchando, aprendiendo, organizando, defendiendo, reclamando, siendo puente en distintas situaciones.
Martín y Daniela comenzaron a ser misioneros en 1991. "En aquel momento la hermana de Daniela viajó por ese motivo al Chaco por primera vez, nos transmitió tanta alegría que decidimos comenzar nosotros también", contó Beas. A partir de ese momento se sucedieron distintas experiencias. Solos o separados, con los chicos o sin ellos, continuaron viajando.
La tarea tuvo una interrupción. "Con el nacimiento de los chicos decidimos alejarnos de la vida misionera porque se nos presentaban algunas dificultades. En el 97, cuando se realizó el Primer Congreso Misionero Nacional en La Pampa, Martín viajó por última vez, como para despedirse de la misión como forma de vida, porque así lo entendíamos en esos años. Lo grandioso y maravilloso del congreso para nosotros fue que en La Pampa habían aparecido un montón de familias misioneras. Así entonces comenzó nuestro camino en búsqueda de una identidad como familia misionera", contó Daniela.
En cuanto a cómo será la vida de esta familia rosarina en el continente negro, Beas narró: "En Angola vamos a vivir en una misión católica que llevan adelante los sacerdotes salesianos. Ellos nos invitaron y tienen todo preparado como para que una familia viva allá y ofrezca su servicio. Nos envían los salesianos con el acuerdo de la Arquidiócesis de Rosario. Ya hemos hablado con el obispo y nos va a enviar junto con todas las comunidades cristianas católicas de Rosario que allí se encuentran y otros voluntarios de distintas partes del mundo".
La familia, que tiene como destino final la ciudad de Dondo, trabajará en servicios humanitarios, ya sea en educación, promoción humanitaria, escuela de oficios, casa para huérfanos por la guerra, casa de niños de la calle. "Donde nos pidan que estemos, estaremos", dijo Beas.
Angola es un país caracterizado por las consecuencias dejadas por largos años de guerra. Por eso los misioneros dedican sus días a acompañar a miles de niños con hambre, muchos de ellos huérfanos, a adolescentes y jóvenes soldados, y al conjunto de la población en general que además padece continuas epidemias de distintas enfermedades.
Quienes deseen comunicarse con la familia Beas pueden hacerlo al 4952961 o vía mail a [email protected] .
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