|
miércoles,
27 de
diciembre de
2006 |
Daños. El meteoro generó anegamientos y 100 evacuados. Hubo casas donde entró un metro de agua. La mitad de la ciudad está sin luz
Esperanza quedó devastada por una
tormenta de viento, lluvia y granizo
"La magnitud del temporal no tuvo precedentes en los 150 años de historia de la ciudad", afirmó el intendente
Jorge Sansó de la Madrid / La Capital
Esperanza. - "La ciudad está volviendo a la normalidad", anunció el intendente Rafael De Pace. Una vuelta lenta y dificultosa que el mismo funcionario contextualizó: "La magnitud del temporal de la madrugada de Navidad no tuvo precedentes en nuestros 150 años de historia. Dejó una Esperanza devastada".
La ciudad padece más de un centenar de personas evacuadas, muchas manzanas anegadas, daños edilicios en viviendas que perdieron techos a raíz del granizo y los fuertes vientos y casas a las que les entró casi un metro de agua. Además más de la mitad de Esperanza aún no tiene energía eléctrica y hay dificultades en el suministro de agua potable. El Comité de Crisis, que se reunió el mediodía de ayer, no obstante trató de ser lo más optimista que pudo.
La devastación de la habló De Pace se hace visible en los más de 1.500 árboles caídos en el casco urbano, que se convirtieron en una eficaz postal a la hora de testimoniar la furia de un viento que los especialistas calificaron de huracanado, tanto como la alfombra verde que cubrió la ciudad. La inundación fue producto de la gran cantidad de ramas que el granizó podó en esta localidad de 40 mil habitantes, ubicada a unos 180 kilómetros de Rosario.
Pero apenas se sobrevuela la zona -como hizo el lunes el gobernador Jorge Obeid- se advierten los efectos no sólo de los 160 milímetros que llovieron de golpe en apenas dos horas después del brindis de Navidad, también se ven los efectos de las intensas precipitaciones que se habían registrado en la zona días anteriores. En Esperanza y zonas aledañas en ocho días llovieron 580 milímetros. Es decir, casi el registro total de un régimen pluvial de un año regular.
Hay miles de hectáreas inundadas, caminos cortados, pérdidas de cosecha y tambos paralizados. La ruta 6, que une esta ciudad con la localidad de Franck, debió ser dinamitada para facilitar el escurrimiento de las aguas.
Este es el principal escollo que enfrenta Esperanza. Las aguas que llegaron a tener casi un metro de altura en casi 200 hogares inundados. Todavía ayer barrios enteros estaban anegados. La movilización de efectivos provinciales y municipales que se puso en marcha en las primeras horas de anteayer cuando el gobernador Obeid conformó el Comité de Crisis -al que no faltó ni el arzobispo monseñor José María Arancedo- resultó insuficiente más allá del incesante ritmo que se les imprimiera.
"La tormenta se desató en la madrugada del 25 y muchos no estaban en sus hogares porque se hallaban festejando la Navidad en casa de parientes o amistades. Eso dificultó reunir a funcionarios y operarios. No había luz, teléfonos y la gente no estaba en su casa. Muchos debieron quedarse en los domicilios que estaban visitando porque no pudieron salir", relató De Pace.
Finalmente el Comité de Crisis se conformó con personal de la EPE, de la policía, bomberos y hospital, a los que se sumaron los funcionarios nacionales que llegaron en las primeras horas de ayer. Fue en el seno del comité y con presencia del gobernador Obeid que se decidió volar la ruta 6, tarea que llevó adelante personal de Vialidad provincial con lo que, según el intendente, se "dio solución a una parte del problema, porque ayer ya un 60 por ciento de la ciudad estaba desagotada".
Drenaje
El gobierno provincial declaró el estado de emergencia y dispuso la instalación de una bomba de drenaje en el canal sur -y su limpieza en algunos sectores- con capacidad para extraer un millón de litros de agua por hora y otra de 100.000 litros/hora sobre la ruta 70 que facilitan sacar lo más rápido posible el excedente hídrico.
Esta intensa tarea está permitiendo el descenso de las aguas que se irá incrementando con el correr de las horas.
Simoncini en centros de evacuados
La ministra de Salud de la provincia, Silvia Simoncini, recorrió ayer en Esperanza los dos centros de evacuados que albergan a 100 personas, entre adultos y menores que debieron abandonar sus hogares con motivo del fuerte temporal. También se trasladó al Samco local manteniendo una reunión con el director, Osvaldo Méndez. La ministra dejó instalado en el Jardín de Infantes Rene Favaloro un camión sanitario provincial, que cuenta con personal médico y de enfermería y equipamiento para responder a las necesidades de la población. El móvil sanitario permanecerá allí en razón de que el centro asistencial de la zona sur se encuentra afectado como consecuencia de las copiosas precipitaciones.
Simoncini recorrió el centro de evacuados instalado en la Escuela 230 de Colonia Pujol, emplazado a la vera de la ruta provincial 70. En el lugar conversó con los distintos vecinos afectados que ascienden a 30 y con la directora del establecimiento. Luego se dirigió a la ex Escuela Granja donde permanecen alojados otros 70 damnificados.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Los 160 milímetros caídos inundaron muchas manzanas de Esperanza.
|
|
|